Aún todos estamos conmovidos por lo ocurrido en Oslo.
23 de julio de 2011
Dos atentados consecutivos que llegan a un país que desde la Segunda Guerra Mundial no había experimentado una masacre parecida.
Aunque se habla de un presunto asesino, todo apunta a que es el joven de 32 años detenido, el noruego Anders Behring.
Varias ideas se cruzan con las recientes imágenes de cuerpos y vidas destrozadas como fondo.
Que ningún país está libre de la lacra de la violencia terrorista, y que ésta puede venir de cualquier ideología política o social. Que este tipo violencia y de locuras nunca arreglan nada y por contra lo destruyen casi todo. Que…
Pero otro aspecto ha venido a romper incluso esta reflexión lineal: el presunto asesino se define en su presunto perfil de facebook como cristiano .
Este sólo punto ha bastado para que los medios de comunicación hablen de un cristiano fundamentalista como el autor de los crímenes .
No sabemos si se confirmará que es un cristiano desde el punto de vista social, protestante o católico. Pero sí sabemos que aunque esto fuese así, seguiríamos condenando con todas nuestras fuerzas su actuación terrible.
Pero además de esto, queremos dejar de nuevo otras reflexiones en torno a este hecho. Hacia dentro , que el cristianismo no es un etiqueta social, sino una esencia en lo más íntimo del ser humano; y que ésta es incompatible con actos conscientes como el ocurrido.
La segunda, que se confirme o no, mucho medios que hablan de un fundamentalista cristiano en su precipitación demuestran que desean que esto ocurra, o lo usan como reclamo sin pudor. Si algún motivo tuvo este atentado no pudo ser el religioso. Una forma de comunicación irresponsable y que sin duda se puede tildar de terrorismo mediático , que pretende favorecer y hacer estallar la idea de que la religión es el problema que impide la convivencia y la paz (de paso, sigamos el mismo razonamiento cuando se juzga a la totalidad de personas de cualquier religión por los actos de uno o unos que actúan afirmando pertenecer a esa religión).
Finalmente, concluir que ser cristiano es seguir a Cristo , aquél que sufrió sobre sí mismo las contradicciones, errores y culpas de los demás sin responder con la violencia, sin reaccionar con maldad, y ofreciendo el mejor ejemplo de lo que es seguirle. A Él nos volvemos, señalamos y reconocemos por encima de etiquetas, instituciones, religiones e ideologías. El cristianismo es Cristo mismo ; y Él ha sido tiroteado y ejecutado este pasado viernes 22 de junio en Oslo por alguien que (caso de confirmarse su adscripción religiosa) paradójicamente lo hacía bajo su nombre.
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