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La arquidiócesis católica de Puebla niega alentar la persecución a los evangélicos

México

 

La arquidiócesis católica de Puebla niega alentar la persecución a los evangélicos

Exime al cura de Tlanalapan de encabezar actoss contra evangélicos en San Rafael, aunque no condena a los católicos linchadores.

10 DE SEPTIEMBRE DE 2011, MÉXICO

  Unos 200 católicos tradicionalistas de San Rafael Tlanalapan, municipio de San Martín Texmelucan –encabezados por el cura Ascensión Benítez González y por el presidente auxiliar Antonio García Ovalle–, se reunieron la noche del pasado miércoles fuera de la capilla de San Isidro Labrador y amenazaron con linchar a 70 evangélicos por no compartir el credo mayoritario y los emplazaron a abandonar la comunidad antes del próximo lunes.

La arquidiócesis católica de Puebla descartó que se esté alentando la intolerancia religiosa desde la jerarquía católica, eximiendo al sacerdote Ascensión Benítez González de encabezar las amenazas que los católicos profirieron contra evangélicos en la comunidad de San Rafael Tlanalapan el pasado miércoles, "pues la libertad de culto es un derecho fundamental, además debe prevalecer el diálogo para evitar enfrentamientos". Nada dijeron del hecho de que en su homilía del domingo pasado, el párroco Ascensión Benítez incitase a sus feligreses a presionar a los evangélicos a irse del pueblo.

PALABRAS Y PASIVIDAD DE LA AUTORIDAD CATÓLICA

  Lo que sí explica el arzobispado es que los fieles católicos de Tlanalapan, tras dialogar el pasado jueves por la noche con el presidente auxiliar y el párroco de la iglesia, acordaron dialogar con el pastor cristiano evangélico para manifestarle que una gran mayoría de la población se sentía agredida en su fe y costumbres, ante la pretensión de construir un templo no católico en las cercanías de la capilla de San Isidro Labrador.

Manifestó que la Iglesia católica en Puebla hace un atento llamado a todos los involucrados en este caso, invitándolos a mantener el diálogo como camino para resolver las diferencias , observar el estado de derecho y salvaguardar en todo la concordia y la seguridad de las personas, independientemente del credo que profesen.

Un llamamiento que son palabras no acompañadas de una actitud activa que sirva para ejercer su responsabilidad y autoridad en cuanto a sus fieles , llamando poderosamente la atención que por ejemplo se proceda a la excomunión de divorciados o mujeres que abortan, pero nada se haga cuando se amenaza con linchar o expulsar a ciudadanos honrados de sus hogares por el hecho de ser de otra creencia cristiana diferente a la católica.

Fuentes: La Jornada

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