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Asesino que ejecutó la masacre en Río de Janeiro era conocido como Bin Laden y quería estrellar un avión en el Cristo Redentor del Río

 

Julio Severo

¿Qué fue lo que mató a 12 niños en una escuela de Río? ¿Fue un arma? ¿Fue la violencia? ¿Fue la discriminación?

Según el periódico Zero Hora, el autor de la masacre, Wellington Menezes de Oliveira, simpatizaba con el Islam y estaba fascinado por el ataque terrorista islámico a USA  el 11 de septiembre de 2001.

¿Su sueño? Estrellar un avión en el Cristo Redentor.

¿Cuál fue su principal motivación para matar tantas niñas? ¿Era homosexual y odiaba a  las mujeres? A pesar de que en el pasado había sido Testigo de Jehová, una secta no aceptada por católicos y protestantes, y que la confusión religiosa se hacía ver en él, no se puede negar, sin embargo, la predominante influencia religiosa que inspiraba su violencia y sueños de destrucción por medio de un avión.

Los Testigos de Jehová por más secta que sean, no tienen ningún registro histórico de utilizar aviones para ataques terroristas a edificios. Ninguno de los terroristas que hace diez años atacaron a USA eran de esa religión. Mas todos ellos eran musulmanes.

El mismo primo del asesino dijo: “él se decía fundamentalista musulmán y entrenaba pilotar aviones en un juego de computadora”.

Y el periódico Zero Hora confirma: “Por haber dejado crecer una larga barba algunos vecinos lo llamaban Bin Laden”.

Por supuesto, los progresistas y otros marxistas taparán este escándalo con otras explicaciones. Todo, menos el terrorismo islámico.

Y los padres y madres que están sufriendo nunca podrán recuperar sus hijos amados. No sólo porque la escuela estaba sin protección, sino porque Brasil se ha entregado a una cobarde ideología políticamente correcta, que ordena la salida de Dios y sus valores de las escuelas e introduce una tolerancia que trae el homosexualismo en nombre de la diversidad sexual; islamismo, en nombre de la diversidad religiosa; y brujería africana, en nombre de la diversidad cultural.

Libro escolar brasileño

Elimine a Dios y entrará cualquier clase de ideología de la tolerancia para el mal. Entrará el mismo diablo.

En USA después de haber sido prohibida la oración y la lectura de la Biblia en las escuelas, estas instituciones se han convertido en lugares de masacres, un espectáculo macabro que parece que nunca terminará.

Brasil acaba de entrar al espectáculo macabro, con la ayuda de un hombre inspirado por el terrorismo islámico.

¿Cómo detener la carnicería? ¿Colocando policía en las escuelas? ¿Y cuando aparezca  un fanático policía musulmán atacando a las escuelas? ¿A quién recurriremos entonces? 

Lo que Brasil necesita es buscar a Dios. Brasil necesita patear el adoctrinamiento homosexual fuera de las aulas de clase. Brasil necesita patear el adoctrinamiento de la prostitución fuera de las escuelas. Y también necesita echar fuera la brujería.

El mayor símbolo de Río de Janeiro es el Cristo Redentor, que es odiado por el diablo. Tal vez por eso los terroristas islámicos lo querían destruir.

Invitemos al Cristo Redentor  — no el de piedra, sino el vivo — a entrar  en nuestras escuelas. Él es nuestra única esperanza y protección.