Categorias
Cultos Estudos

O Julgamento

 

 

Pr. Anísio Renato

"Não julgueis para que não sejais julgados" (Mt.7.1).
Esta frase de Jesus é muito conhecida e mal utilizada. Tem servido como "escudo" para aqueles que rejeitam correção, ensino, advertência ou conselho. "Você não pode me julgar", dizem.
Entretanto, a bíblia nos manda realizar alguns tipos de julgamento:
1- Julgar a si mesmo (ICor.11.31-32). Significa reconhecer seus erros e pecados e tomar uma atitude corretiva antes que outros o façam.
2- A igreja tem autoridade para julgar os seus membros em questões que afetem a comunidade (ICo.5.12-13; ICo.6.1-6; Mt.18.15-17).
3- A igreja há de julgar o mundo e até os anjos no dia do juízo (ICo.6.2-3).
4- Devemos julgar as profecias e não acreditar cegamente em tudo o que ouvimos (ICo.14.29). A profecia não pode ser incoerente com a bíblia. Só quem tem grande conhecimento bíblico está habilitado a realizar esse tipo de avaliação.
O julgamento da profecia pode até implicar no julgamento do profeta, que será considerado falso no caso de não se cumprir o que disse.
Diante de tudo isso, podemos perguntar o que Jesus queria dizer no primeiro texto citado.
Uma interpretação deturpada de Mt.7.1 pode até levar alguém a concluir que o cristão não possa ingressar na magistratura. Não é o caso. Muitas passagens bíblicas são interpretadas desse modo absurdo.
O ensino de Cristo era contra julgamentos pessoais e individuais, de um irmão contra o outro. Nem tudo o que a igreja faz como instituição pode ser feito por seus membros em particular.
Pr.Anísio Renato de Andrade
www.anisiorenato.com
Twitter @anisiorenato

Categorias
Estudos

¿Cómo santificas el nombre de Dios?

Juan Simarro Fernández

 
Retazos del evangelio a los pobres (XLVI)

¿Cómo santificas el nombre de Dios?

“Santificado sea tu nombre”. Texto completo en Mateo 6:9-15.

01 DE AGOSTO DE 2011

Como quiero comentar el “Padre nuestro”  completo, ya que está muy en la línea de lo que estamos rastreando en los escritos de los cuatro evangelistas sobre el Evangelio a los pobres, voy a comentar la primera petición: “Santificado sea tu nombre” .
Pudiera parecer que esta primera petición se escapa de la línea de Jesús tan comprometida con los pobres, pero, si la analizamos en profundidad, como vamos a intentar hacer, veremos que puede parecer así por tener, en muchas ocasiones, un concepto de “santo”  y de “santidad”  que no se corresponden con el concepto bíblico.  Máxime para nosotros los españoles en un contexto católico en donde el nombre “santo”  se ha dado y usado de una forma muy limitada, fundamentalmente en los ámbitos populares. “Santificado sea tu nombre” , es la primera petición, la que fundamenta todas las demás que, claramente, como vamos a ir viendo, están en línea con el Evangelio a los pobres.
En la profunda preocupación de Dios con los sufrientes del mundo, en la identificación que Jesús hace con los pobres con su expresión “por mí lo hicisteis” , en la calificación que Isaías da al Siervo Sufriente como “experto en sufrimiento”  o “experimentado en quebranto” , no cabe la posibilidad de que “el nombre del que es” sea santificado en la tierra, si los seguidores del Maestro están de espaldas al sufrimiento de los pobres, al grito de los marginados y excluidos. Así, la petición “santificado sea tu nombre”, carece de sentido para los insolidarios, acumuladores e injustos.
En el contexto católico español nos hemos acostumbrado a llamar “santo”  a algunos elegidos y privilegiados, a un sector particular de canonizados. Esto ha estropeado el concepto de santidad . No es ese el sentido de “santo”  o de “santidad”  que nos dan los Evangelios, que nos da la Biblia. Estos conceptos, desde el punto de vista evangélico y bíblico, son globales, generales, aplicables a todos aquellos creyentes que, estando en relación con Dios, están llamados a vivir un tipo de vida de especial compromiso con Dios y con los hombres. Quien no tiene compromiso con los hombres, carece de compromiso con Dios. No puede orar con esta primera petición.
Así, cuando decimos “santificado sea tu nombre”  no tenemos más remedio que ponernos en línea con todo el Evangelio, con el Evangelio a los pobres. No se trata de de ninguna beatificación, de ningún análisis de Dios, de ninguna idea de canonización. Santo es todo aquél que ha sido separado de todo lo impuro, malo o profano… santificar el nombre de Dios es mantenerlo en la tierra sin hacerlo cómplice de la injusticia, ni de la impureza, ni de la maldad, pero mostrando que es un Dios que se implica en el servicio a todo lo justo, a las víctimas de la injusticia … implicándose y actuando a través de sus hijos santificados.
Los que santificamos su nombre somos también santos, es decir, separados para el servicio a Dios y a los hombres, fundamentalmente para con los más débiles, manteniéndonos sin mancha en el mundo. Esta separación para el servicio, esta santidad, este santificar el nombre de Dios, se coloca sin duda en la línea del Evangelio a los pobres. Somos santos y separados para servir, para ser manos tendidas de ayuda, para ser las manos y los pies del Señor en medio de inmundo de dolor. Así, santificamos a Dios porque lo hacemos por él. “Por mí lo hicisteis ”, dice el Señor.
Santificar el nombre de Dios, ser santos, no es una actitud interior, más o menos mística , de elevación espiritual vivida solamente en la verticalidad de la relación con Dios. A esta actitud interior, para santificar el nombre de Dios, hay que añadir también, de forma imprescindible, una conducta adecuada en relación con el hombre, con el prójimo apaleado y tirado al lado del camino, una conducta comprometida con la justicia y la dignificación de las personas. No hay posibilidad de poder decir esta petición “santificado sea tu nombre” , fuera de estos parámetros. Quien no se separa para servir a Dios y al prójimo, quien no se aparta para practicar la solidaridad, será apartado y separado de Dios. No es santo. No puede santificar el nombre de Dios.
Santificar el nombre de Dios no es sólo algo que se haga desde cualidades o experiencias meramente ontológicas , es decir, en el ámbito del ser, sino que es algo que se debe dar inexcusablemente en el ámbito del hacer, en el ámbito de la moral, de la ética, de la práctica de la projimidad… de la ayuda a los pobres y sufrientes del mundo. Esta forma de santificar el nombre de Dios nos enlaza con todas las líneas y parámetros del Evangelio a los pobres.
Santificar el nombre de Dios no es sólo querer o buscar algún pietismo, alguna búsqueda de pureza . Era el problema de los religiosos de la época del Jesús que se autoconsideraban “puros” , pero fueron rechazados por Jesús como “sanos que no necesitan médico” . Santificar el nombre de Dios afecta a toda una ética de la conducta y del compromiso de los creyentes en relación con Dios y con los hombres. En relación con la dignificación de las personas, con la liberación de los pobres del mundo.
Santificar el nombre de Dios no está solamente en la línea de la verticalidad de la vivencia cristiana , sino también, y de manera necesaria para no mutilar el Evangelio, en una línea de vivir la espiritualidad cristiana en la dimensión horizontal en relación con los hombres, especialmente con el hombre empobrecido y sufriente del mundo.
En la primera epístola del apóstol Pedro se nos dice: “Sino como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en vuestra manera de vivir” . Es imposible santificar el nombre de Dios de espaldas al prójimo , de espaldas a los colectivos sufrientes del mundo. Es una burla pedir “santificado sea tu nombre” , si no somos movidos a misericordia con el prójimo sufriente, si no cambiamos nuestra manera de vivir poniéndonos en línea con los valores del Reino, con las líneas del Evangelio a los pobres. No pasaremos de ser simples religiosos desconectados de Dios, como ocurrió con el sacerdote y el levita de la parábola del Buen Samaritano… y seremos condenados por faltar al mandamiento de projimidad, separados de Dios para siempre por no separarnos, en santidad, para el servicio a Dios y al prójimo necesitado.
Señor, ayúdanos a santificar tu nombre. Para ello cambia nuestra manera de vivir, nuestros compromisos, nuestros actos y prioridades. Si no somos capaces de vivir en compromiso, en el servicio y en la búsqueda de la justicia misericordiosa de la que tú nos diste ejemplo, no pongas nunca esta petición en nuestros labios. Pero queremos hacerla. Santifícanos para poder santificarte, para santificar tu nombre en medio del mundo. “Santificado sea tu nombre” , Señor. También en la tierra, entre los que sufren, entre los pobres y oprimidos. Haznos santos, Señor, también en nuestra conducta, estilos de vida solidarios y compromiso con los empobrecidos de la tierra.

Autores: Juan Simarro Fernández

©Protestante Digital 2011

Creative Commons

Categorias
Cultos Estudos

AS FOFOCAS DENTRO DA IGREJA.

 

ouvir

Por Leandro Borges

“Ainda que desçam ao mais profundo abismo, a minha mão os tirará de lá; se subirem ao céu, de lá os farei descer. Se se esconderem no cimo do Carmelo, de lá buscá-los-ei e de lá os tirarei; e, se dos meus olhos se ocultarem no fundo do mar, de lá darei ordem à serpente, e ela os morderá. Se forem para o cativeiro diante de seus inimigos, ali darei ordem à espada, e ela os matará; porei os olhos sobre eles, para o mal e não para o bem. Porque o Senhor, o SENHOR dos Exércitos, é o que toca a terra, e ela se derrete, e todos os que habitam nela se enlutarão; ela subirá toda como o Nilo e abaixará como o rio do Egito. Deus é o que edifica as suas câmaras no céu e a sua abóbada fundou na terra; é o que chama as águas do mar e as derrama sobre a terra, SENHOR é o seu nome. Eis que os olhos do SENHOR Deus estão contra este reino pecador, e eu o destruirei de sobre a face da terra; mas não destruirei de todo a casa de Jacó, diz o SENHOR.Porque eis que darei ordens e sacudirei a casa de Israel entre todas as nações, assim como se sacode trigo no crivo, sem que caia na terra um só grão. Todos os pecadores do meu povo morrerão à espada, os quais dizem: O mal não nos alcançará, nem nos encontrará”. (Amós cap.9 vers.2,3,4,5,6,8,9,10).

Quando a pessoa conta adiante algo que ela deveria ter ficado para ela mesma, normalmente o justifica-se com as palavras: “Precisamos de qualquer maneira orar por fulano ou sicrano, ele tem o seguinte grave problema…” Mas então normalmente não oramos, mas falamos bastante sobre o assunto. Naturalmente sempre foi altamente interessante ficar sabendo das últimas histórias sobre uma pessoa ou uma obra.

1) O QUE É FOFOCA ???

Por ocasião da nossa conversão a Jesus, deixamos os “grandes pecados” como por exemplo, mentir, roubar, beber, enganar, uso de drogas, etc. Começamos a passar nosso tempo com nossos novos amigos, falando a respeito de nosso Senhor, sobre nossa vida e sobre o que acontecem à nossa volta. Complemente inofensivo… pensamos. Mas, observemos a coisa um pouco mais de perto! Quantas vezes essas conversas estão cheias de julgamentos, de boatos, de “ouvi dizer”… escondidos cuidadosamente atrás de um sorriso cristão!

Já sabias que a bíblia fala muito sobre fofoca ??? E não se trata de um “pequeno pecado”, como muitos de nós pensamos. Na bíblia está escrito: “…a boca perversa, aborreço” (Provérbios cap.8 vers.13). Deus nos ordena: “Não andarás como mexeriqueiro entre o teu povo.” (Levítico cap. 19 vers.16). Ele também diz: “…aprendam também a viver ociosas, andando de casa em casa; e não somente ociosas, mas ainda tagarelas e intrigantes, falando o que não devem.” (I Timóteo cap.5 vers.13). E em (Salmos cap.101 vers.5), Deus diz: “Ao que as ocultas calunias o próximo, a esse destruirei.”

Deus é de opinião que pessoas tagarelas não o reconhecem, estando entregues aos seus pensamentos corrompidos. Ele equipara pessoas difamadoras com aqueles que não merecem confiança, como assassinos e aborrecedores de Deus. Ele continua, dizendo que aqueles que fazem tais coisas, sabem que merecem a morte. Mas isso não os impede de continuar a fazê-las e até a animar outras a pratica-las.

Além disso as fofocas não precisam ser obrigatoriamente mentirosas. Muitos pensam: “O assunto é verdade, por isso posso contá-lo a todos.” Mas isso não está certo! Dizer a verdade com falsos motivos pode Ter efeito ainda mais funestos do que falar inverdade. A seguinte definição de “fofoca” deixa isso claro: Falar algo de alguém é fofoca, quando o que é dito não contribui para a solução do problema da pessoa em questão.

2) ORIENTAÇÃO NA BÍBLIA.

Não é errado pensar que o motivo real porque Deus nos deixa transmitir algo sobre a “fofoca”, é que esse problema de maneira nenhuma nos é estranha. Nós não somente ouvimos fofocas, também as espalhamos e nós mesmos fomos vítimas delas. E acreditem: Todas as três coisas doem ao Senhor da mesma maneira!

Quando somos ofendidos por alguém ou vemos que alguém vive em pecado, temos que ir a essa pessoa e a nenhuma outra !!!

” Ora, se teu irmão pecar contra ti, vai, e repreende-o entre tí e ele só; se teu ouvir; ganhaste a teu irmão. Mas se não te ouvir, leva ainda contigo um ou dois, para que pela boca de duas ou três testemunhas toda a palavra seja confirmada.” (Mateus cap.18 vers.15 e 16).

Se alguém vive em pecado, que valor teria, falar a respeito a outros? O que os outros irão fazer a respeito? Ao invés disso, é nossa tarefa reconduzir o irmão ou a irmã à comunhão com Deus. Poderias mostrar-lhe o ponto escuro em sua vida, que o Senhor gostaria tanto purificar. Se a pessoa não der ouvidos, deve-se dar outros passos. “Irmãos, se alguém for surpreendido em alguma falta, vós, que sois espirituais, corrigi-lo, com espirito de bradura; e guarda-te para que não sejais também tentado”. (Gálatas cap.6. vers.1).

3) ENVOLVER OUTROS.

Não são somente as cobras que possuem veneno na língua !!!

Transmitir a outros nossas mágoas e amarguras e ouvir quando eles falam das suas, é outra área em que devemos ser bem cuidadosos. Se alguém feriu teu amigo, e este te falar da sua dor, provavelmente ficará ofendido por simpatia por ele. Então também te sentes ofendido e talvez ficas bravo com a pessoa que fez tal coisa ao teu amigo. Mais tarde é possível que os dois se reconciliem, e tudo estará perdoado e esquecido. Mas um problema permanece: Tu continuas amargurado!

Uma briga causada por um pequeno incidente, pode ter conseqüências muito amplas e estender-se por muito tempo, dependendo de quantas pessoas tomam conhecimento dela. Vês, é complemente injustificável envolver outros em tuas mágoas. Não temos o direito de ir a outro, exceto a Deus e aquele que nos ofendeu.

4) A DIFERENÇA ENTRE ACONSELHAMENTO E FOFOCA.

 

Muitas vezes, fofocas e difamações são camufladas como “aconselhamento espiritual”. Nada existe de condenável no aconselhamento espiritual, se realmente falar com conselheiro espiritual, um conselheiro espiritual é um crente maduro, que te exorta numa vida espiritual e à reconciliação, que aponta seu pecado na situação que está sendo analisada! Ele não exagera a importância da questão e não fica logo ofendido pessoalmente. A ele interessa principalmente a vontade de Deus, não a tua.

Na maior parte das vezes, nem procuramos seriamente uma solução quando falamos com alguém sobre um problema, mas somente um ouvinte compassivo, que também defende nosso ponto de vista. Parece-nos indiferente, quantas divisões provocamos, enquanto pudermos atrair pessoas para o “nosso lado”. “Seis coisas o Senhor aborrece, e a sétima a sua alma abomina: olhos altivos, língua mentirosa, mãos que derramam sangue inocente, coração que trama projetos iníquos, pés que se apressam a correr para o mal, testemunha falsa que profere mentiras, e o que semeia contenda entre os irmãos.” (Provérbios cap.6 vers.16-19)

5) “MAS ESTOU SOMENTE OUVINDO !!!”

Mais uma vez pergunto: Será que são somente as cobras que possuem veneno mortal na língua ???

Por acaso no céu existe fofoca ??? Por acaso no céu existem fofoqueiros ??? Por acaso no céu existem contadores de histórias, babados, e boatos ??? Por acaso no céu existem obreiros e lideres de grupos, que ficam fazendo fofocas e julgando os outros ??? Por acaso no céu existem pessoas que dão tapas nas costas do pastor, e depois ficam falando mal e se desfazendo dele, e depois tem a coragem de se dirigir até ele para pedir oração ???

Muitos de nós pensamos que somente ouvir não é tão grave quanto espalha-las. Mas isso não é verdade! Deus diz: “O malfazejo atenta para o lábio iníquo; o mentiroso inclina os ouvidos para a língua maligna.” (Provérbios cap.17 vers.4).

Em (I Samuel cap.24 vers.9), Davi exorta a Saul: “Porque dás tu ouvidos às palavras dos homens que dizem: Davi procura fazer-te mal?” Sim, porque lhes damos ouvidos?! Porque estamos tão rapidamente dispostos a acreditar o pior? Na bíblia está escrito: “(o amor) tudo espera” (I Coríntios cap.13 vers.7). Porque não respondemos educada mas decididamente: “Desculpe, tenho a impressão que você está contando algo, que eu nem deveria ouvir. Você deveria conta-lo ao Senhor e aquele quem se refere, mas a mim não.”

Algumas exortações desse tipo, mataria em germe a maior parte das histórias de mexericos. Ao menos, elas impedirão as pessoas de vir a ti com sua conversa fiada. Talvez, assim também as estimule uma vez a pensar sobre coisas mais importantes que os assuntos de outras pessoas. A bíblia nos adverte claramente sobre o envolvimento com fofocas: “O mexeriqueiro revela o segredo, portanto não te metas com quem muito abre seus lábios.” (Provérbios cap.20 vers.19)

6) UM SINAL DE MATURIDADE

“Digo-vos que de toda palavra frívola que proferirem os homens, dela darão conta no dia do juízo.” (Mateus cap.12 vers.36). Em cada palavra que dizemos, tomamos uma decisão. Ou nos decidimos a glorificar a Deus ou a entristecê-lo, rebelando-nos contra sua palavra; “Não saia da vossa boca nenhuma palavra torpe, e sim, unicamente a que for boa para edificação.” (Efésios cap.4 vers.29).

Freqüentemente não levamos a sério a ordem de Deus para controlar nossa língua. Trata-se, entretanto, de uma das características de um crente maduro. Tiago diz: “Se alguém supõe ser religioso, deixando de refrear a sua língua, antes enganando o próprio coração, a sua religião é vã.” (Tiago cap.1 vers.26). Sabemos que o coração é enganoso mais do que todas as coisas, e assim seria fácil justificar desse modo nosso comportamento errado.

Fofoca e difamação, são instrumentos de Satanás. Ele sabe: se consegui dividir-nos e fazer com que lutemos entre nós, estaremos muito ocupados para lutar entra ele. Temos que parar e pensar, antes de falar! Deveríamos decidir em nosso coração, nunca mais dar ouvidos a fofocas ou espalha-las! Isso é possível pela graça de Deus e através da nossa decisão de fazer a escolha certa! Talvez tenhas que pedir desculpas a alguma pessoa. Talvez será preciso revelar amarguras e curá-las. Vai primeiro a Deus e deixa Ele ordenar teu coração! Ele também te dará forças para fazer o restante: “Alegremo-nos, exultemos e demos-lhe a glória, porque são chegadas as bodas do Cordeiro, cuja esposa a si mesma já se ataviou, pois lhe foi dado vestir-se de linho finíssimo, resplandecente e puro. Porque o linho finíssimo são os atos de justiça dos santos”. (Apocalipse cao.19 vers.7,8).

Não saia da vossa boca nenhuma palavra torpe, e sim, unicamente a que for boa para edificação“. (Efésios cap.4 vers.29).

 

QUE DEUS TE ABENÇOE…

27-5-16-a 006

Rev. Ângelo Medrado, Bacharel em Teologia, Doutor em Novo Testamento, referendado pela International Ministry Of Restoration-USA e Multiuniversidade Cristocêntrica é presidente do site Primeira Igreja Virtual do Brasil e da Igreja Batista da Restauração de Vidas em Brasília DF., ex-maçon, autor de diversos livros entre eles: Maçonaria e Cristianismo, O cristão e a Maçonaria, A Religião do antiCristo, Vendas alto nível, com análise transacional e Comportamento Gerencial.