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La ONU, el Vaticano y sus abusos políticos y teológicos

Leonardo de Chirico

La ONU, el Vaticano y sus abusos políticos y teológicos

Charles Scicluna y Silvano Tomasi, miembros de la delegación vaticana ante la ONU.

 El documento es más bien un texto de “guerra cultural” que un informe específico sobre un determinado tema.

22 DE FEBRERO DE 2014

El informe de las Naciones Unidas sobre los esfuerzos para la protección de la infancia que hace el Vaticano (5 de febrero) ha provocado muchas reacciones en varios frentes. En lo que se refiere al enfoque que da la Iglesia Católica al tratamiento de casos de pedofilia, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha evaluado la situación y ha indicado que existen algunas áreas que todavía permanecen opacas en cuanto a los procedimientos del Vaticano en estos asuntos. El Comité también ha aprovechado la oportunidad para recomendar algunos cambios en las formas en que la Iglesia Católica concibe los derechos reproductivos y la educación sexual.

 Luchar contra los abusos y recomendar cambios políticamente correctos

Durante décadas los casos de pedofilia perpetrados por los sacerdotes católicos han sido conocidos sin que las autoridades de la Iglesia hayan tomado medidas inmediatas para detener tales abusos, con el fin de proteger a los niños implicados y prevenir episodios futuros. La tendencia general ha sido restar importancia a los informes y salvaguardar los intereses de la institución tratando de mantener el perfil más bajo posible. En lugar de ser transparente y honesta, la Iglesia ha practicado con frecuencia un planteamiento autodefensivo. Hay que decir que el Cardenal Ratzinger, entonces Papa Benedicto XVI, trabajó duro para cambiar las políticas internas y que la actitud de la jerarquía católico romana ha variado de un lugar a otro, dependiendo en gran medida del control social que la Iglesia era capaz de ejercer en la sociedad y en los medios de comunicación.

El Comité de la ONU que ahora está inspeccionando la situación reconoce que ha habido mejoras y solicita una política completamente transparente contra la pedofilia. Lo que quizás es más llamativo, no obstante, es lo que dice el informe más allá de la pedofilia. El documento de la ONU se orienta hacia áreas tales como los derechos reproductivos y la discriminación, el aborto y la anticoncepción y la sexualidad en general. Al recomendar acciones más contundentes contra los abusos sexuales perpetrados a los niños, también alienta a la Iglesia Católica a revisar sus enseñanzas acerca de varios temas éticos “sensatos” que pertenecen a la visión moral cristiana tradicional. Critica la actitud “conservadora” sobre la sexualidad y presiona para que tenga visiones más “progresivas” en algunos problemas de la vida. Un documento que iba destinado a informar sobre el estado de los asuntos concernientes a la pedofilia, se convertirá en su lugar en una propuesta de reelaboración de la enseñanza moral de la Iglesia. ¿Es esto lo que una agencia de la ONU tiene por objeto?

 ¿Necesita la Iglesia una “Santa Sede”?

Muchos observadores han criticado con razón este uso ideológico de un informe de la ONU que se inmiscuye en materias que pertenecen a la esfera moral. Algunos lo han visto como un intento de imponer un punto de vista “políticamente correcto” sobre el sexo y la libertad reproductiva. Otros han cuestionado la composición del Comité el cual está influenciado en gran medida por representantes de ONGs. que luchan por el aborto libre. Todas estas inquietudes son asuntos que merecen una seria consideración. El documento es más bien un texto de “guerra cultural” que un informe específico sobre un determinado tema. El papel dominante de la ONU en la promoción de un “pensamiento único” secularista es evidente.

Dicho todo esto, hay otra cuestión fundamental que no se aborda y mucho menos se pregunta por parte de los comentaristas. Es un asunto que va más allá de los contenidos concretos del informe. ¿Por qué motivos tiene necesidad la Iglesia Católico Romana de una “Santa Sede” para su misión? La Santa Sede es un estado soberano con plena autoridad política y diplomática, es un territorio, un ejército y un banco. El Papa es un monarca político. La Santa Sede forma parte de las  Naciones Unidas  como un país más entre los otros. Por supuesto, la Santa Sede es descendiente de un largo proceso histórico, por lo que la Iglesia Romana, como su institución central, ha desarrollado una identidad dual, es decir, una iglesia y un estado unidos.

Todo el mundo es hijo de su historia, pero la iglesia debería estar siempre preparada para cambiar conforme a la Palabra de Dios y con referencia a las cosas que son contrarias a la voluntad de su Maestro Jesucristo, la verdadera cabeza de la iglesia, la cual nunca tuvo la intención de ser un estado ni sus pastores reyes políticos. Según la Biblia, Cesar y los magistrados tenían su legítima autoridad. Cuando vive en el mundo de Cesar y los magistrados, la iglesia tiene un llamado diferente, o sea, no confundirse ni solaparse con los primeros. Mientras la ONU abusa de su poder al encomendar un programa secularista, la Santa Sede abusa de su identidad al ser lo que su supuesto Señor nunca quiso que fuera. La ONU tiene que cuestionarse políticamente, pero el Vaticano, en su panorama institucional, necesita ser desafiado teológicamente.

 Traducción: Rosa Gubianas

Autores: Leonardo de Chirico
©Protestante Digital 2014

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Dios está cerca, María mucho más

Leonardo de Chirico

 

Benedicto XVI y el Dogma de la Asunción de María

Dios está cerca, María mucho más

Benedicto XVI subrayó el dgma de la Asunción y la proximidad de María a cada uno.

02 DE SEPTIEMBRE DE 2012

En el calendario católico romano, el 15 de Agosto se dedica a la festividad de la Asunción de la Virgen María. Este es el último dogma que la Iglesia Católico Romana (ICAR) ha promulgado en su historia .
Fue en 1950 cuando Pío XII lo publicó como una creencia vinculante para la fe católica. Así es como se definió entonces y como lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 966) “La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo”.
Desde su residencia veraniega de Castelgandolfo (a 25 Km. De Roma), donde ha terminado de escribir su tercer libro sobre Jesús, Benedicto XVI pronunció una homilía, el día 15 de Agosto, sobre el significado de este dogma para la ICAR de hoy en día .
Si bien es interesante leer lo que el Papa teólogo tiene que decir sobre ello, es al mismo tiempo difícil para un protestante abordar los dogmas marianos de una manera tranquila desde el punto de vista teológico y distante emocionalmente. Sin embargo, este ejercicio es inevitable dado el peso tan importante que la mariología tiene en la vida católico romana .
LA FUERZA MOTRIZ LITÚRGICA
En la primera parte de la homilía el Papa Ratzinger expone las razones que estuvieron detrás de la decisión de la ICAR para definir el dogma de la asunción corporal de María : “Esta verdad de fe era conocida por la Tradición, afirmada por los Padres de la Iglesia y era sobre todo un aspecto relevante de la devoción a la Madre de Cristo. Este elemento litúrgico constituyó la fuerza motriz que condujo a la formulación de este dogma: es un acto de alabanza y de exaltación de la Virgen Santa”.
Aunque puede ser históricamente cuestionable argumentar el consenso unánime de los Padres (¿qué Padres? ¿en qué momento?) sobre este aspecto de la mariología, el punto más importante es el reconocimiento de que el dogma crece en el contexto de la piedad y la liturgia populares, más que en la Escritura. Al igual que en muchos ángulos de la mariología católico romana, este dogma es el reflejo de una devoción popular que no se comprobó con los patrones bíblicos y se fue desarrollando a través de los siglos sin estar regido por la Palabra de Dios .
Es mucho decir que Benedicto XVI cita la Biblia en este punto y afirma que este dogma es una consecuencia de la oración de María en el Magníficat : “desde ahora me tendrán por bienaventurada todas las generaciones” (Lucas 1:48).
Sin embargo, hay un abismo entre la profética declaración sobre la bienaventuranza de María y el dogma mariano sumamente elaborado de 1950. Este respaldo bíblico es demasiado flojo y vago para definir una creencia obligatoria tal como ha sucedido con la asunción corporal de María.
El dogma de la asunción de María es un ejemplo de cómo la lex orandi, lex credenda dictum (es decir, “la ley de la oración es la ley de la fe”) podría funcionar como un principio generador y autónomo del desarrollo de los dogmas católico romanos.
Aunque es verdad que creemos en lo que oramos y viceversa, es importante determinar cuales son los modelos de la vida de oración de la Iglesia para que no se vaya por mal camino.
Comoquiera que para Roma estos modelos son los de la Tradición que contiene la Escritura pero es mayor que la Escritura, no es ninguna sorpresa que la Iglesia Católico Romana pueda promulgar dogmas que son históricamente dependientes y teológicamente están basados más en la piedad que en la Escritura.
MARÍA ESTÁ MUY CERCA
Aprovechando algunas de las implicaciones de este dogma mariano, la homilía de Benedicto XVI subraya la proximidad de María a cada uno . “María tiene un corazón tan grande que toda la creación puede entrar en él, como el exvoto  (o sea, las ofrendas votivas) procedentes de todo el mundo demuestran. María está cerca, puede oír, puede ayudar, está próxima a todos nosotros. Dios está cerca y María, ya que está unida a Dios, está muy cercana y tiene un corazón tan grande como el de Dios”.
Aquí tenemos otro ejemplo de la forma en que una devoción puede desarrollarse y expandirse hasta el punto de convertirse en algo más que una forma bíblica de la piedad cristiana. Lo que es sorprendente es la comparación entre la proximidad de Dios y la proximidad de María. Se considera que está más cerca de lo que está Dios.
Esta frase, en toda su aparente sencillez, tiene un enorme significado pastoral y teológico. Indica que María está más cerca que su Hijo, que ella es la primera mediadora ante Dios y que está más fácilmente disponible para obtener ayuda .
Por regla general, el lenguaje mariológico está elaborado de tal forma que nunca resta importancia a la persona y a la obra de Cristo. No obstante, esta comparación demuestra que incluso el Papa Ratzinger cree que, aunque Dios está cerca, María está aún más próxima a nosotros.
Con esta afirmación, la plena encarnación del Hijo de Dios, su completa humanidad y divinidad y la unicidad de su mediación, ¿está salvaguardada y honrada? Si se desdibuja el principio de “Sola Escritura”, se acabará desdibujando el de “ Sólo Cristo”.
Traducción: Rosa Gubianas

Autores: Leonardo de Chirico

©Protestante Digital 2012