Argentina
La dirigente evangélica Noemí Arroyo comparó la actual sociedad e iglesia argentinas con la angustia del profeta Jeremías durante la apostasía hebrea de su tiempo.
La presidenta de la organización “Mujeres de clamor Argentina”, Noemí Arroyo, instó a orar “sin cesar de día y de noche, hasta que nazca una nueva iglesia pura y sin mancha y el avivamiento esperado y anunciado”. La líder evangélica pronunció estas palabras durante el encuentro de 71 intercesoras realizado en el templo de la iglesia “Una vida mejor” en el barrio La Paternal de Buenos Aires.
La organización que preside Arroyo forma parte un espacio de mujeres que oran y claman en todo el mundo a partir de una iniciativa surgida en Nigeria. “Si nosotras hacemos lo que Dios nos pide, seremos esa pieza, ese instrumento puesto justo, en el engranaje de la iglesia de Cristo”, señaló la líder, al recordar mujeres destacadas de la Biblia como Débora, Rut y Ester, entre otras.
La dirigente evangélica comparó el momento actual de la sociedad argentina con la angustia del profeta Jeremías en tiempos de la apostasía hebrea del Antiguo Testamento. “Vemos el pecado en la sociedad, la decadencia infinita, pero ¿qué de la iglesia del Señor? ¿Qué del pueblo de Dios?”, dijo. Luego exhortó a “orar en acuerdo. No debemos bendecir la corrupción y la injusticia”, y advirtió: “Debemos ir al Señor con arrepentimiento verdadero mientras haya tiempo”.
CONTRA LA CORRUPCIÓN
Arroyo destacó que “el pueblo de Dios en la Argentina ha tenido el privilegio de la visitación de Dios. Tenemos su unción, adoramos con fervor, disfrutamos su presencia”. También advirtió que los argentinos están plagados de corrupción estructural, “desde los cimientos de nuestra patria hay robo, muerte y ejecución”, denunció, citando luego la frase de Dios dirigida a Jeremías: “nadie hace lo bueno, ni siquiera uno”.
“Nosotras tenemos que sostener el clamor en estos tiempos si queremos misericordia en el juicio de Dios en la nación”, concluyó.
MOVIMIENTO INTERNACIONAL
El movimiento “Mujeres intercesoras para la iglesias y las naciones” surgió en la ciudad nigeriana de Port Harcourt en 1998 . “Dios llamó a sus hijas a lamentarse, debido al estado en que estaba el pueblo y la iglesia. Dios les indicó mediante esta palabra de Jeremías que se levanten en los 36 estados de Nigeria para interceder, para que giman y lloren por los pecados de los nigerianos y les prometió que levantaría el juicio que era inminente sobre su nación”, explicó Arroyo.
Nigeria era gobernada por una dictadura militar. En las primeras etapas, los equipos de “mujeres plañideras” fueron por las ciudades predicando arrepentimiento de pecados y “levantando mujeres para orar”. Otras naciones se unieron para realizar “asambleas solemnes de arrepentimiento delante de Dios”. “Plañideras” es un término casi en desuso que alude a las mujeres contratadas en la antigüedad para llorar en los velorios.
Actualmente la organización suma representantes de cerca de 80 países. Los cristianos de Nigeria siguen sufriendo persecución y son asesinados por fundamentalistas islámicos.
Fuentes: Pulso Cristiano
Editado por: Protestante Digital 2012