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Venezuela pone trabas al registro de 3.200 iglesias evangélicas

 

Venezuela pone trabas al registro de 3.200 iglesias evangélicas

L a falta de inscripción en el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia coarta la actividad de las iglesias.

04 DE DE 2011, CARACAS

En 2005, cuando el presidente Hugo Chávez acusó a la organización evangélica estadounidense Nuevas Tribus, que opera en el país desde 1946, de ser agentes del imperialismo y pidió (y logró) su expulsión del territorio nacional. A partir de entonces, las iglesias evangélicas han tenido problemas para registrarse en algunas regiones del país.
La imposibilidad de registrarse ante la Dirección de Cultos del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia rige ahora en los estados Amazonas y Bolívar, aunque antes también afectaba a Apure y a Delta Amacuro. Actualmente, alrededor de 3.200 iglesias evangélicas enfrentan este problema que es ya de larga data y hasta el momento no se dan a conocer las razones concretas.
En este país sudamericano a los evangélicos se les exigen más requisitos que a otras iglesias, algunos de ellos imposibles de cumplir. Por ejemplo, se les pide constancia de funcionamiento en consejos comunales, algo que critica Maritza Banks, vice presidenta y consultora jurídica de la Iglesia Luz del Mundo de Venezuela, puesto que estas instancias nunca entregan copias de registro.
También se les solicita referencias personales y declaración ante el Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, lo cual es imposible obtener si no les permiten registrarse. Banks informó que hasta hoy no han recibido un oficio, ni tienen conocimiento de que exista una ley que les indique concretamente qué medida están incumpliendo para no poder registrar las iglesias.
CONSECUENCIAS
La abogada explicó que la falta de registro o inscripción en el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia trae consecuencias. "¿Quién les da un aval para hacer labores sociales a las iglesias si no están debidamente registradas? ", pregunta.
Banks cree que la Dirección de Cultos del Ministerio de Relaciones Interiores y de Justicia está impidiendo el registro de los grupos religiosos, y solicita una revisión urgente de la medida ya que el 98% de las iglesias en el Estado Bolívar no tienen personalidad jurídica. Son miles los creyentes afectados, considerando que cada congregación tiene entre 50 y 300 feligreses.
El pasado 16 de agosto se realizó la tercera mesa de diálogo entre funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ) y representantes evangélicos para tratar el tema del registro de las iglesias. Por el momento no hay una conclusión, sino un acuerdo de realizar una mesa de trabajo  entre el MIJ y el Servicio Autónomo de Registros y Notarías para ponerse determinar los requisitos que se solicitarán para dar el visto bueno y que las iglesias puedan inscribirse en el organismo.
NO HAN SIDO INVITADOS
A dicha mesa de trabajo no fueron invitados los miembros de las asociaciones evangélicas , por lo que parece difícil que se llegue a una solución favorable. Las entidades evangélicas no confían en el conocimiento que puedan tener del tema los funcionarios y citan el caso del circuito 3 de Caracas, donde les han devuelto documentos “porque los registradores desconocen el objeto y la misión de las iglesias cristiano−evangélicas”.
Banks afirma que no hay un criterio uniforme sobre los requisitos que deben presentarse en los registros, por lo que para un mismo trámite piden documentos diferentes, dependiendo de donde se realice la solicitud.
La jurista pidió que se dé el mismo trato e igualdad para todas las creencias religiosas y que no haya diferencias en los requisitos para el registro, puesto que -según informó- los evangélicos son vistos como asociaciones civiles religiosas. Banks señaló también que el convenio del Estado con el Vaticano es lo que no les permite la inscripción como Iglesia.

EXPULSIÓN DE NUEVAS TRIBUS
La situación actual parece tener inicio en 2005, cuando el presidente Hugo Chávez acusó a la organización evangélica estadounidense Nuevas Tribus, que opera en el país desde 1946, de ser agentes del imperialismo y pidió su expulsión del territorio nacional. "Se van de Venezuela. Son agentes de una verdadera penetración imperialista. Se llevan información sensible y están explotando a los indios. Así que se van, y me importa un bledo las consecuencias que esto pueda traer", dijo en aquella oportunidad el primer mandatario.
A partir de entonces se creó el Plan de Defensa, Desarrollo y Consolidación del Sur, que busca defender la soberanía de la nación y la preservación de la cultura de las etnias indígenas, así como de la fauna, minerales y las principales fuentes hidrológicas de la nación, entre otras riquezas naturales del sur de Venezuela.
Las restricciones para hacer trabajos en el sur del país van más allá de lo religioso. El teniente coronel del Ejército Sergio Ciccolella, destacado por el Ministerio de la Defensa en el sur del país, explicó que no son sólo las iglesias evangélicas las que tienen ese problema, sino que los permisos se les han negado a varias organizaciones científicas que tienen otro objetivo, y de esto se ha encargado el Ministerio de Ciencia.
Asimismo, la medida alcanza a las personas que realizan documentales, las cuales deben solicitar permiso al Ministerio de Cultura si van a dirigirse a esas zonas. "Todos los que van a los pueblos indígenas dicen que preservarán la cultura, la religión, etc. Pero si no se cumplen los requisitos de la ley, las actividades no proceden, sea cual sea la actividad", indicó Ciccolella.
PASTOR OMAR PINTO
Ante esta situación, el pastor Omar Pinto, presidente de la Comisión de Pastores y Ministros del estado Bolívar, invitó a las autoridades a dirigirse a la zona para verificar lo que realmente ocurre.
Pinto sostiene que la iglesia cristiana no daña a la población indígena, sino que, por el contrario, la está ayudando. Como una forma de evaluar la situación y verificar quién daña el ambiente y las formas de vida de los indígenas, próximamente se realizará una reunión con el Ministerio de Pueblos Indígenas y se planificará una visita a esas regiones del país para conocer si las etnias más importantes avalan el trabajo evangélico en esas zonas.

Fuentes: MundoCristianotv

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Las iglesias de Apocalipsis: la iglesia local

Emilio Monjo Bellido

 

Las iglesias de Apocalipsis (1)

Las iglesias de Apocalipsis: la iglesia local

Caminamos con nuestra manera de vivir, nuestra ética cristiana, por el mundo. Eso implica también el espacio de las iglesias locales.

28 DE AGOSTO DE 2011

No son un espacio “del mundo”, en el sentido ético, [algunas sí] pero están en el mundo. Tampoco son un espacio “sagrado, ceremonial o litúrgico” , todo eso acabó cuando concluye la ley ceremonial de Moisés.
En el inicio de Apocalipsis se muestra la vida y circunstancias de siete iglesias locales; en el conjunto del mensaje del libro se muestra la vida y circunstancias históricas , de lucha y victoria en Cristo, el Mesías, de la “Iglesia”, el conjunto de los redimidos como un todo. Con una mirada universal, se muestra la vida y circunstancia del Reino de Dios, de su Cristo, que afecta a toda la creación, al pasado, al presente y al futuro. La victoria de la cruz. La existencia humana recuperada para la vida, la redención, la glorificación.
Los criterios que yo sigo en estas reflexiones tienen que ver con la obra perfecta, hecha una vez para siempre de Cristo en la cruz, su resurrección y glorificación, su señorío sobre todas las cosas. Eso implica lo que en otros artículos he señalado, que ahora, con la obra del Redentor, hemos sido “sacados” de un estado de muerte y esclavitud, de un “Egipto”, que es tanto el paganismo como el “religiosismo” judío.  Es decir, que el Mesías ha liberado a su pueblo de la esclavitud de la ritualidad judaica, y lo ha llevado a una nueva tierra: la nueva creación que es cada creyente. Nos ha llevado “a nosotros en él”, la nueva tierra, la nueva creación, “nuevas criaturas en Cristo”; ahora “estamos en Cristo”. Ése es nuestro espacio existencial, nuestro modo de vivir. “Ahí” caminamos.
Por eso los nuevos creyentes gentiles no eran llevados al judaísmo [antes de Cristo no había otro lugar de comunión con Dios], sino a Cristo. El afán apostólico es “engendrar a Cristo” en el creyente, y al creyente en Cristo. Todo lo demás es, en el mejor de los casos, ropaje secundario; en el peor, “nueva esclavitud” de sometimiento a tradiciones y costumbres de los hombres. Tanto a judíos como a gentiles [Pedro se refiere especialmente a judíos] nos ha librado de “nuestra vana manera de vivir”, que “recibimos de nuestros padres”.
Este acto de liberación de su pueblo por parte del Mesías, que Apocalipsis muestra en su naturaleza de gracia y juicio, de salvación y condenación, de separación de dos reinos para siempre, lo han interpretado algunos autores como un nuevo éxodo. Incluso señalan las correspondencias estéticas literarias de los dos libros: Éxodo y Apocalipsis, con sus juicios, su libertador, sus fidelidades y traiciones, su oposición entre dos reinos, y, finalmente su triunfo y entrada en la tierra prometida. Con estas premisas iremos a ver qué pasa en las iglesias locales de Apocalipsis.
LA IGLESIA LOCAL
Y lo primero que nos encontramos es precisamente eso, una iglesia local.  Un “candelero” como explica el texto, que tiene un responsable en las manos del Mesías, una “estrella”, un “ángel”, que es quien recibe los avisos, a “quien” se habla por parte del Señor. Esto significa que todos los pastores (póngase también, si se quiere, presbíteros u obispos; de momento, mientras no haya jerarquías, todos se refieren a la misma persona) están en la mano del Mesías. (Ya no son los sacerdotes del templo.) El Señor trata con ellos. Ellos tienen su responsabilidad esencial con su Señor, de quien es el rebaño. ¡Ay! de los falsos pastores, que abusan, destrozan y matan al rebaño, porque el dueño los tiene en la mano. ¡Ninguno escapará! No hay en el mundo un lugar de más juicio y condenación que el que ocupa un falso maestro, un destructor del rebaño que Cristo compró con su sangre. Claro está que todo pastor puede equivocarse en algo y dañar con ello al rebaño que ha sido puesto en el redil bajo su responsabilidad, pero los falsos son como lobos. ¡Cuidado con los ecumenismos!
La iglesia local es el lugar inmediato de nuestra responsabilidad.  No importa qué forma de gobierno se aprecie (congregacional, presbiteriano, etc.), cualquiera que niegue o distorsione la existencia de la iglesia local, está fuera del camino de la común edificación de la Iglesia. Es verdad que las iglesias locales no pueden, por su propia naturaleza de comunión de los redimidos, vivir aisladas, como departamentos estancos. Tienen que buscar razonablemente medios de compartir los dones espirituales concedidos a unos y otros, pero todo lo que surja, toda “organización” será secundaria. Y en cuanto algo de la estructura de la organización que se haya formado se presente como esencial, ya se ha corrompido. [En muchos casos, la historia del cristianismo es la historia de la corrupción de sus organizaciones.]
Un ejemplo. En la época que se escriben estos avisos a las iglesias, se ha producido y se está produciendo en otros lugares una gran persecución contra los cristianos. (Esto creo que estará reconocido por todos, con independencia de la fecha que se le atribuya a Apocalipsis.) Pero a las iglesias locales se les indica sólo lo que les afecta de forma inmediata, se les pone en relación con su vida real, no con la universal de circunstancias variables del conjunto de la Iglesia. Los pastores no tienen que “salvar a la Iglesia”, sino pastorear adecuadamente a la iglesia local. Esto es importante. Aprendamos todos. Hay misioneros que tienen “el llamado” de salvar a éste o ése país. El suyo, mejor lo dejamos, que la cosa no pinta bien. ¿Cuántos pastores no predican continuamente sobre el bien de la unidad de los cristianos? En su localidad han dividido varias congregaciones, y siguen. Un pastor de “pantalla” (por simple imagen y por ordenador) se puede sentir muy a gusto “luchando” contra éste y aquél mal, incluso verse como un mártir, pero los pasos prácticos en la iglesia local son otra cosa. [No me iré muy lejos. Sólo por circunstancias derramadas por la misericordia de Cristo, no entro de lleno en esto que reprocho. Como pastor de una iglesia local sólo puedo ofrecer fracaso.]
Otro ejemplo. Los problemas de los cristianos de esas iglesias locales son los que tienen ellos en su vivir diario. No se les dice que su problema es la nueva ley que se está promulgando en el Imperio. No tienen que manifestarse en algún lugar lejano contra algo. Tienen que manifestar su fe en su casa, en su trabajo, en su localidad. Nada más, y nada menos.
¿Me he olvidado de la iglesia papal? No. Es que todavía no está.  Están los males que como semillas la formarán en el futuro, pero como estructura quedan algunos siglos por delante. Pero esto es ya una enseñanza. La iglesia papal no está. ¿Se imagina alguien oyendo al Mesías decir a las iglesias locales, que ya su vicario las pastoreará, que las visitará, que lo recibirán autoridades imperiales, que deben mostrarse al servicio del papa, que es lo mismo que si le sirvieran a él? No. La iglesia papal no está. No la busquen. Vendrá siglos más tarde. Ahora está la iglesia católica, universal, viviendo en sus iglesias locales. La otra, de momento hay algo que la detiene. Ya vendrá.
¿Y el Día del Señor?  Unos quieren marcar en el almanaque el Domingo como Día del Señor, otros, con otro nombre, el Sábado. Todos significando continuidad con el día de reposo, el sábado judío. En el campo protestante ha habido, y todavía quedan, creyentes muy fieles en otras muchas cosas que han considerado la pervivencia del sábado judío trasladado al Domingo como el medio para medir la fidelidad en el cristianismo. En las reflexiones sobre ética cristiana en el mundo, parto de la premisa de que la ética cristiana ahora no puede ser ritual. En otra época sí. Y precisamente no se puede “guardar” el Domingo sin un ritualismo estricto. En la Escritura el “Día del Señor” es un concepto de presencia y juicio de Dios por su Mesías que no está relacionado con un día de almanaque. Es un tiempo. Es verdad que el significado del triunfo que el Día del Señor entraña, los cristianos lo podemos proclamar el Domingo, el primer día de la semana (por supuesto, también en todos los demás días), pero eso no hace al Domingo el “Día del Señor”.
¿Hay Domingo en el Lugar Santísimo? ¿Ponemos allí un almanaque en la pared que nos indique un “día del Señor”? Es decir, ¿podemos en ese lugar en donde estamos en y con Cristo hablar de días sagrados? Toda nuestra existencia es un reposo en el Señor. Ya no hay espacios “sagrados”, no hay secciones. ¿Cómo se puede enseñar hoy que una acción sana y santa (escribid la que se os ocurra), la convierte el reloj (o el sol poniéndose) en transgresión al marcar el minuto en que comienza el día sagrado? No hay manera de encajar un día sagrado en la ética cristiana. Todo el tiempo es sagrado.  ¿Que se debe conservar el mandato creacional de trabajar seis días y descansar uno? Claro. Para descansar el hombre, la naturaleza y las bestias. No voy a discutir esta cuestión, simplemente señalo mi parecer de no incluir nada ritualizado en la ética del creyente, ni días ni lugares, que será un trasfondo en las posteriores consideraciones.
Nos vemos la próxima semana, d. v., en Éfeso.

Autores: Emilio Monjo Bellido

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¿Qué Cristo predicó el Papa en Madrid?

JMJ 2011

 

¿Qué Cristo predicó el Papa en Madrid?

Hablar de Cristo, de Jesús, lo hacen muchas personas.

28 DE AGOSTO DE 2011, MADRID

Hasta Hugo Chávez recientemente habló de él como su curandero. A la lista se añadirían Testigos de Jehová, cristianos (protestantes, católicos, ortodoxos) y hasta el islam, la magia y una lista posiblemente interminable.
Por ello la clave es de qué Cristo hablamos. Y el Cristo del que habló el Papa es sin duda el del catolicismo, que es el Cristo de los Evangelios que se refleja en el Credo. Ambos, Evangelios y Credo, comunes a todos los cristianos.
Sin embargo, hay varios aspectos en las frases del Papa que hacen ver que ese Jesús que expresa en sus palabras es un “Jesús y…”. Una minucia, pero a la vez un añadido que convierte el H2O del agua en el H2O2 del agua oxigenada , que también es agua pero tiene sus diferencias.
El Papa habló de Cristo, sí, pero “de Cristo y la Iglesia (católica)”.  Es la Iglesia católico-romana quien hace de intermediaria entre Dios y el ser humano. Perdonando ella los pecados (confesionarios, penitencias, otros mediadores también a través de la ICR), convirtiendo el pan y el vino en la verdadera sangre y cuerpo de Cristo para la comunión de los fieles; y siendo en definitiva el seguir a Jesús una vinculación a la estructura de la Iglesia católica (un llamamiento específico del Papa a los jóvenes). En definitiva, tienen la “franquicia” de la fe en Jesús y además la “fórmula” y normas de su aplicación
Todo totalmente correcto dentro del catolicismo, pero a la vez contrario a la esencia de los principios que llevaron a la Reforma protestante  a impulsar un vuelco para volver a lo que entendemos como el cristianismo genuino, “sin y”. Seguir a Jesús  es algo personal, que lleva a una experiencia individual de perdón completo, a una recepción total de los beneficios de su vida y obra a quien como un regalo inmerecido los recibe, sin más mediadores ni medios. Y todo ello lleva a un seguimiento íntimo de Jesús. Y como resultado, se vive esa relación personal con Jesús en comunidad, junto con quienes han tenido la misma experiencia y convicción.
Es la importancia del orden, el tren y los vagones. Y ese orden lo establece Dios en su propia Palabra revelada, sin magisterios ni tradiciones que estén por encima de ella. Cada cual es responsable del derecho y deber de acercarse a esa Palabra revelada, y decidir en conciencia. Sea católico, protestante, de otra religión, agnóstico o indiferente.  Y de esa decisión depende el presente y eternidad de cada ser humano.
No es un afán de polémica. Ni de odio anticatólico. Sólo poner los puntos sobre las íes (¿ýes?), para que las cosas queden claras.
Porque como dice Leonardo de Chirico,  parece que por las coincidencias (que las hay) existe una corriente más o menos consciente en sectores dentro del catolicismo, del protestantismo y de la sociedad que tiende convertir al catolicismo en una denominación evangélica más y a la inversa. Olvidando las diferencias. En ocasiones tan abismales como las que hemos reflejado en este Editorial.
Con esto terminamos nuestra valoración de la visita del Papa a este Madrid del año 2011. Paz y bien a todos.

© Protestante Digital 2011