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Análise: Alemão é brilhante como teólogo, mas fracassou como papa

 

LUIZ FELIPE PONDÉ
COLUNISTA DA FOLHA

Sucessão PapalJoseph Ratzinger é um dos maiores teólogos vivos do cristianismo. Como papa Bento 16, fracassou.

Conservador, um tanto liberal no começo de sua carreira, Bento 16 iniciou seu papado com um projeto, já em curso quando era a eminência parda intelectual de João Paulo 2º, de pôr "medida" na herança do Concílio Vaticano 2º, verdadeira "revolução liberal" na Igreja Católica.

Já nos anos 80 atacava a teologia da libertação latino-americana por considerá-la certa quanto ao carisma profético bíblico de procurar justiça no mundo, mas errada quanto a assumir o marxismo como ferramenta de realização desta justiça.

Bento 16 foi um duro crítico da ideia de que a igreja deva aceitar soluções modernas para problemas modernos.

Nesse sentido, apesar de ter resistido bravamente, com a idade e a fraqueza que esta implica, acabou por ser um papa acuado pelas demandas modernas feitas à igreja e por uma incapacidade de pôr em marcha sua "infantaria", que nunca aceitou plenamente seu perfil de intelectual alemão eurocêntrico.

Sua ideia de igreja é a de um pequeno grupo coeso de crentes, fiéis ao magistério da igreja (conjunto de normas para condução moral da vida), distante das "modas moderninhas".

Quais seriam algumas dessas demandas modernas? Diálogo simétrico com outros credos (multiculturalismo), casamento gay, divórcio, sacerdócio das mulheres, fim do celibato, uso de contraceptivos, aborto, punição pública de padres pedófilos (a igreja deveria passar esses padres para a Justiça comum), aceitação de avanços da medicina pré-natal como identificação de fetos sem cérebro e consequente aborto, alinhamento político do clero com causas sociais e políticas do terceiro mundo –enfim, desafios típicos do contemporâneo.

Bento 16 esbarrou com o fato de que a maior parte dos católicos militantes hoje é de países pobres (afora o caso dos EUA, o cristianismo é uma religião de país pobre).

Os fiéis, portanto, estão mais próximos de um discurso contaminado pelas teorias políticas de esquerda, que fala de justiça social como um direito "divino" e aproxima Jesus de Che Guevara, do que da complicada discussão acerca dos excessos do iluminismo racionalista ou da crítica bíblica que tende a humanizar Cristo excessivamente em detrimento de sua divindade.

Seu próprio clero (sua "infantaria") ajudou no fracasso de seu papado, resistindo sistematicamente à "romanização da igreja", o que em jargão técnico significa centralização das decisões relativas ao cotidiano da instituição na lenta burocracia do Vaticano, com sua típica alienação europeia, distante do "caos" do mundo real do Terceiro Mundo. O Vaticano é muito europeu, inclusive em sua decadência como referência para o mundo no século 21.

Mas há dimensões que transcendem as dificuldades específicas de seu projeto conservador e tocam dificuldades da Igreja Católica contemporânea como um todo.

A igreja hoje tem um sério problema de formação de quadros. Antes era "um bom negócio" entrar para a igreja; hoje, quem o faz, salvo casos de grande vocação mística e espiritual ou de revolta contra as ditas "injustiças sociais", é muitas vezes gente sem muita opção de vida.

Quando não, tal como é visto por parte da população secular, gente com desvios sexuais graves.

Os cursos de formação do clero, quando não totalmente contaminados pelos próprios teóricos que João Paulo 2º chamava em sua encíclica "Fides et Ratio" ("Fé e Razão") de "pensadores da suspeita" contra a fé e a razão (Marx, Nietzsche, Freud, Foucault), são fracos, com professores mal formados e conteúdos vazios. Claro que existem exceções, que, como sempre, em sendo exceções, confirmam a regra.

Enfim, o papado de Bento 16 fracassou, em grande parte, em razão do fogo amigo: sua própria infantaria.

A Igreja Católica agoniza diante de um mundo que cada vez é mais opaco para quem pensa, como ela, que a vida seja algo mais do que conforto, prazer e liberdade pra transar com quem quisermos e quando quisermos.

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Un papado "a la defensiva" que no salva "la barca que se hunde"

Valoración de Jaume Llenas (AEE)

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Benedicto XVI, en una Misa en el Obradoiro de Santiago de Compostela / José Rodríguez, La Voz de Galicia.

Ratzinger “ha querido mantener los privilegios de la institución y resistirse a perder espacios e influencias y tratar de tutelar una sociedad que ya no admite tutelas”, explica el secretario de la Alianza Evangélica Española.

11 DE FEBRERO DE 2013

Protestante Digital se ha puesto en contacto con Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española y miembro de la Junta Directiva de la Europea. Ante la anunciada renuncia de Benedicto XVI ha hecho una valoración de su trayectoria, y en su opinión el suyo ha sido un “papado defensivo en su origen. El mismo Ratzinger había dicho poco tiempo antes de su elección que la Iglesia Católica era una barca que se hundía”.
Por ello, entiende que debe interpretarse su elección “como una reacción de miedo de la institución, de la parte jerárquica que controla la institución.  Cuando las instituciones se sienten en peligro en lugar de buscar su futuro en aquello que es su razón de ser, en aquello que podría darles sentido, acostumbran a huir a posiciones que les parecen seguras y que quieren reencontrar en las esencias de la propia institución”.
En este sentido, observa que la Iglesia católica “en lugar de buscar su futuro en el evangelio, mira al pasado, vuelve a sus caminos antiguos, escoge reforzar la propia institución a base de tradición” y por ello el papado de Ratzinger ha sido “defensivo” en cuanto a su práctica.
UNA ETAPA DIFÍCIL
En cuanto al período que le ha tocado dirigir como cabeza de la Iglesia de Roma, esa barca que se hundía “ha seguido haciendo aguas por donde era previsible y por donde no lo era”.
Ha habido, a su juicio, un par de aspectos que han resultado especialmente dolorosos en su papado. El primero ha sido la necesidad de enfrentar los muchos casos de pederastia en el clero en tantos países. “Algo de grandes proporciones ha pasado dentro del corazón del catolicismo. Aquellos que estaban para acompañar espiritualmente a las personas han abusado física y espiritualmente de su posición. Y si es grave el abuso cometido, aún lo es más la reacción de la propia institución.  En lugar de sanear, de mostrar que no había connivencia de la institución con el mal, se ha dado cobertura a los corruptos, se ha vuelto a golpear a las víctimas, se ha perdido toda autoridad moral y toda legitimidad para que la Iglesia católica fuera un punto de referencia en medio de una sociedad que se descomponía interiormente”.
En este punto opina Llenas que la Iglesia católica, con su actuación en estos casos, “ha sido parte de la oscuridad de la sociedad y no parte de la luz para salir de ella.  No ha sido una muestra de la actuación y de los valores del Reino de Dios, sino una muestra más de cómo la institución ya no era una forma visible de ese Reino”.
El segundo punto o aspecto es que la Iglesia católica ha experimentado en el papado de Ratzinger una  constante pérdida de influencia tanto en Europa,  con una secularización de velocidad creciente, como una huida de sus fieles a otras iglesias, especialmente las evangélicas, en África, Asia y América Latina.
UN HOMBRE "FUERA DE LA REALIDAD"
Con estos datos, ve Jaume Llenas que Ratzinger y la jerarquía tampoco han encontrado la respuesta a esta problemática.  “Han interpretado mal los tiempos y las razones.  Su respuesta ha sido tratar de mantener los privilegios de la institución, tratar de salvar los muebles, resistirse a perder espacios e influencias, tratar de tutelar una sociedad que ya no admite tutelas. La iglesia de Cristo no existe para eso, sino que es un organismo vivo que existe para la misión, para presentar a la sociedad un evangelio completo que acerca a las personas a Jesús y las cambia y las transforma en el presente y en el futuro”.
Desde esta actuación, Benedicto XVI ha parecido “un hombre fuera de la realidad, un hombre interesado en sus pequeñas discusiones teológicas desligadas de la realidad”.  Incluso, afirma el secretario general de la AEE, cuando hablaba de los cambios de la sociedad contemporánea, en la última de sus tres encíclicas, “Cáritas en Veritate”, “daba la sensación de que hablaba de y para otros, de que él ya no pertenecía a esta nueva realidad de la que hablaba. Como anécdota de sus últimas publicaciones, lo que ha destacado mediáticamente de su libro sobre Jesús de Nazaret, ha sido si había o no buey y mula en el establo, cuando el mundo a su alrededor se hundía”.
En cuanto a su renuncia, Llenas sí lo valora como algo positivo del hasta ahora último Papa. Lo ve como “un gesto de realidad y de humildad personal que le honra. Valoro positivamente este gesto de humildad que representa la consciencia de que uno ha perdido las facultades físicas necesarias para guiar espiritualmente al colectivo de la Iglesia Católica”.
Más destacable aún cuando este tipo de actuaciones “no son habituales ni en la institución ni en muchos otros ámbitos de la sociedad estos actos de realismo. Ratzinger ha tenido la integridad intelectual y moral de hacer examen de conciencia y de pensar en el bien del colectivo al que representa. Estos gestos, que deberían ser normales, han llegado a ser extraordinarios,  dignos de ser señalados y valorados”.
FEREDE VALORA "NORMALIDAD" DEL GESTO
El secretario ejecutivo de la Federación de Iglesias Evangélicas de España (FEREDE), Mariano Blázquez, ha destacado el "gesto de normalidad" que ha demostrado Benedicto XVI al renunciar a su pontificado  al llegar a una edad o estado físico "que no le habilita para desarrollar adecuadamente su labor".
"Nos parece un gesto de normalidad que una persona, cuando considera que llega a una edad o estado físico que no le habilita para desarrollar adecuadamente su labor, solicite su relevo, tanto de sus responsabilidades administrativas como religiosas", ha señalado Blázquez en declaraciones a la Agencia EFE.
Para el secretario ejecutivo de la FEREDE  "es normal" abandonar el cargo al llegar a una edad o estar "en una situación inhabilitante". "Me parece normal que también ocurra en el seno de la iglesia católica", ha añadido.
Blázquez no ha querido entrar a valorar el pontificado de Benedicto XVI, pero sí ha lamentado, sin embargo, que en estos años el diálogo y relaciones con el resto de confesiones religiosas "no haya avanzado".
LA ALIANZA EVANGÉLICA MUNDIAL DESTACA BUENAS RELACIONES INTERCONFESIONALES
La Alianza Evangélica Mundial también ha expresado su valoración sobre la renuncia del Papa. Su secretario general, Geoff Tunnicliffe cuenta su experiencia personal con Ratzinger. “Aprecio que haya sido cálido y auténtico en nuestras conversaciones y reuniones.  Además, aprecio su valor por las ideas, incluso cuando no van de acuerdo a las actitudes contemporáneas. Me conmovió especialmente por su audacia en advertirnos de los peligros del relativismo moral y la tiranía de ideologías egoístas”.
Según la WEA, el Papa valoró “el dialogo y las relaciones con otros cristianos y personas de otras religiones” y se esforzaba en que este encuentro fuera basado en la verdad. “Para él la unión no podía comprometerse a la verdad. Incluso cuando se hablaba de las diferencias teológicas parecía escuchar con mucha atención y comprender por qué esto es así”, dice Tunnicliffe.
Durante el mandato del Papa, la Alianza destaca que se hizo público un documento en el que participaba la Iglesia Católica Romana, el Consejo Mundial de Iglesias y la Alianza Evangélica Mundial. “Además, un importante diálogo teológico bilateral entre la Alianza Evangélica Mundial y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana dará a conocer sus resultados en 2014”, avanza la WEA.
Aprecia además la Alianza Evangélica Mundial su aportación escrita, “que revela a una persona de una profunda reflexión teológica. Su apego a la historia, el mensaje y la obra de Jesucristo como Hijo de Dios, Salvador del mundo, ha enfatizado a Jesús como eje central de la vida de la iglesia en su ministerio personal”.
El secretario general de la Alianza Evangélica Mundial, Geoff Tunnicliffe, se ha reunido con el Papa Benedicto en varias ocasiones. La última reunión tuvo lugar en el Vaticano en septiembre de 2012, cuando el Papa Benedicto XVI le invitó al Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización.
Finaliza el comunicado de la Alianza “deseando la bendición de Dios sobre el Papa Benedicto en su jubilación, y ora por sabiduría para los líderes de la Iglesia Católica en la selección de su próximo Papa”.
REACCIÓN DE LA ALIANZA EVANGÉLICA ITALIANA
La Alianza Evangélica Italiana ha hecho público un comunicado en el que expresa su opinión ante la decisión tomada por el Papa Benedicto XVI. “En un tiempo en el que las cualidades físicas son a menudo idolatradas y llevadas al extremo” este gesto del Papa “refleja una visión de la vida impregnada de realismo y que es consecuente con las limitaciones humanas y la necesidad de realizar sacrificios personales”, dice la AEI.
En cuanto a la trayectoria de estos ocho años de Papado,  la AEI “valora la claridad y la fuerza de las convicciones teológicas que Benedicto XVI ha expresado en su pontificado”, sobre todo “cuando van contra la corriente de la corrección política y las tendencias mayoritarias de la opinión pública”. Se expresa positivamente el diálogo abierto por el Papa: “Aunque la fe evangélica es muy diferente a la romana, esta actitud ha ayudado al diálogo, ya que se ha basado en la lealtad a sus convicciones y no se ha dejado dirigir por confrontaciones superficiales”.
Por otra parte  la Alianza Evangélica Italiana “reconoce que Benedicto XVI no se ha movido del eje central de la Iglesia Católica Romana,  basada en la síntesis humana entre las Escrituras y la tradición, Cristo y la Iglesia, los sacramentos y la gracia, la fe y el mérito humano, el culto a Dios y la veneración dirigida a otras figuras”.
Los evangélicos italianos expresan que  el Papa “ha consolidado la fuerza global del catolicismo romano como una plataforma capaz de mantener unidos algunos elementos del Evangelio con elementos que son incompatibles con el Evangelio bíblico. Ante el catolicismo de Benedicto XVI, los evangélicos no podemos sino remarcar la diferencia fundamental que aún existe entre el catolicismo y la fe evangélica”, concluye el comunicado.

Editado por: Protestante Digital 2013

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Aplaudido, Boff critica os últimos papas

 

17 de julho de 2011 | 0h 0

José Maria Mayrink – O Estado de S.Paulo

ENVIADO ESPECIAL
BELO HORIZONTE

O professor e teólogo Leonardo Boff eletrizou o auditório do congresso ao relembrar a história da Teologia da Libertação, em uma palestra sobre os 40 anos de atuação do movimento de esquerda que revolucionou a Igreja Católica no Brasil e na América Latina.

Os 360 participantes aplaudiram de pé quando Boff e seu colega, padre João Batista Libânio, afirmaram que a Teologia da Libertação continua viva e presente nos movimentos sociais, apesar de ter sido "incompreendida, difamada, perseguida e condenada pelos poderes deste mundo", civis e eclesiásticos.

A prova, segundo Boff, são o Partido dos Trabalhadores, o Movimento dos Sem-Terra, o Conselho Indigenista Missionário, a Comissão Pastoral da Terra e outras pastorais.

"Nunca, na história do cristianismo, os pobres ganharam tanta centralidade", disse o ex-frade franciscano, que abandonou o convento e o ministério sacerdotal, mas não perdeu a fé nem deixou de ser teólogo, após ter sido punido pelo então prefeito da Congregação para a Doutrina da Fé, o cardeal Joseph Ratzinger, atualmente papa Bento XVI, após a publicação do livro Igreja, Carisma e Poder, de 1981.

Boff afirmou que João Paulo II e Bento XVI tentaram barrar a Teologia da Libertação. "Ratzinger entrará na história como inimigo dos pobres", disse. "A teologia se inspira no Cristo libertador e não no marxismo, que já morreu", advertiu. "Marx não foi pai nem padrinho da Teologia da Libertação."