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Asia Bibi, cristiana condenada a muerte en Pakistán, pide ayuda en un libro

Sacadme de aquí’

 

Asia Bibi, cristiana condenada a muerte en Pakistán, pide ayuda en un libro

“Me gustaría que los ojos de mis verdugos se abrieran, que la situación de mi país cambiara", explica Bibi en el libro.

02 DE MARZO DE 2012, MADRID

La cristiana pakistaní condenada a la pena capital por ahorcamiento Asia Bibi, madre de cinco hijos, pide ayuda a todo el mundo y grita su inocencia en el libro ‘Sacadme de aquí’, traducción del original ‘Blasphème!’, escrito en colaboración con la periodista francesa Anne-Isabelle Tollet.
"No soy sino una mujer más en el océano de mujeres de este mundo, pero creo humildemente que mi calvario es reflejo de tantos otros. Me gustaría que los ojos de mis verdugos se abrieran, que la situación de mi país cambiara", explica Bibi en el libro, ya a la venta en España.
Desde la cárcel, Bibi pide que se cuente su historia porque es "la única oportunidad" que tiene para no morir. "¡Les necesito! ¡Sálvenme!", exclama.
UN DOMINGO DE 2009
La vida de Asia Bibi cambió radicalmente un domingo 14 de junio de 2009 cuando se dirigía a trabajar en una cosecha por la que ganaría 250 rupias con las que podría cocinar tortas para su humilde familia durante una semana. "Lejos estaba yo de imaginar hasta qué punto tal domingo iba a cambiar mi vida para siempre", cuenta.
Era un día de mucho calor. Unas quince mujeres trabajaban en el campo cuando ella llegó. La temperatura superaba los 45 grados y sus manos estaban despellejadas. Como chorreaba de sudor y se sentía agotada decidió acercarse a los pozos y beber tres veces de un vaso metálico que había en el borde. Cuando disponía a pasar el vaso a otra mujer, otra exclamó que no podía beber de esa agua por ser ‘haram’, es decir, "impura".
Asia Bibi explica que la mujer empezó a decir que ella, cristiana, había mancillado el agua del pozo bebiendo de sus vasos y reintroduciéndolo en el pozo varias veces. Entonces, Asia decidió "por una vez" defenderse y dijo: "Me da la impresión de que Jesús tendría un punto de vista diferente al de Mahoma sobre la cuestión". ¿Cómo te atreves a hablar por boca del profeta, bestia inmunda?, le contestaron las otras, según cuenta Bibi. Después de esto, afirma que la escupieron, empujaron y tiraron al suelo gritándole "puta" y "sucia" y que huyó a su casa.
Asia Bibi asegura que su familia siempre ha respetado la religión musulmana. "En Pakistán, cuando se es cristiano, se siente uno un poco huérfano en su propio país. Aunque el Gobierno nos reconoce los mismos derechos, la sociedad no siempre nos acepta", apunta.
"No he matado jamás, jamás he robado. Pero para la justicia de mi país, lo que he hecho es mucho peor: soy una blasfema. El crimen de los crímenes, el ultraje supremo", asegura, al tiempo que aclara que ni siquiera ha blasfemado "jamás". "Quiero decir al mundo entero que yo respeto al Profeta. Soy cristiana, creo en mi Dios, pero cada uno debe ser libre para creer en quien desee", afirma.
CONDENA
Días después, en otra cosecha, se agolpó una multitud insultándola y gritando ‘muerte a la cristiana’, según indica. Esta multitud la llevó a la aldea y allí el imán del pueblo le explicó que al atacar al Profeta sólo le quedaba la conversión o la muerte. Pero ella no quiso apostatar de su fe en Cristo. Como consecuencia, afirma que la muchedumbre se abalanzó sobre ella dándole bastonazos y lanzándole escupitajos, hasta que llegaron unos policías y la llevaron a la Jefatura. Allí ella reiteró su inocencia pero de nada valió. La metieron en un furgón para trasladarla a la prisión de Sheikhupura, celda en la que sigue viviendo hasta hoy.
El 8 de noviembre de 2010, un tribunal la condenó a muerte por ahorcamiento y a una multa de 300.000 rupias. Asia Bibi recuerda que estaba sola y que no pudo compartir su pena con nadie, así que lloró en su soledad. Además, explica que, al salir del juzgado, la lanzaron a la furgoneta "como a una bolsa de basura" y la encadenaron al banco. "Intento encontrar con los ojos un hueco en el furgón. Sé que en ese momento Asiq (su esposo) no está muy lejos, pero no le veo", recuerda en el libro.
Bibi asegura que las lágrimas no le abandonan y le dicen que no ha claudicado totalmente, que es "inocente" y le hablan de la "injusticia" que se ha cometido contra ella. Pero, en cualquier caso, lo que más le duele es que le han quitado el derecho a ver a sus cinco hijos. "No poder tocarles, no poder sentirles. Daría todo lo que poseo por un instante con ellos", remarca.
LEY CONTRA LA BLASFEMIA
"Estoy indignada por esta ley de blasfemia (…) que desde hace ya demasiado tiempo manda a muchos inocentes a prisión", apunta. Además, se pregunta por qué los políticos hacen la vista gorda, excepto el gobernador del Pendjab, Salman Tasser, y el ministro cristiano de las Minorías, Shahbaz Bhatti, que tuvieron el "coraje" de apoyarla públicamente, algo que les costó su muerte.
Asia Bibi tiene que volver ante la justicia, en la que no confía, para presentar un recurso contra su condena a muerte para ser juzgada de nuevo por la Alta Corte de Lahore. Pero sabe que, en caso de ser absuelta, y si "por un milagro" no la matan en su celda antes de ser juzgada, será asesinada de todas maneras. Por ello, dice que necesitaría que otro país la adopte.
"Tengo un miedo punzante desde el asesinato del ministro (Shahbaz Bhatti). Espero ese momento en el que Dios me acogerá como se espera un oasis en medio del desierto. Estoy agotada (…). La única cosa que me permite seguir todavía de pie, a pesar de todas las privaciones, las vejaciones y esta angustia que no me abandona es la certeza de la inocencia. La certeza de la injusticia que se ha cometido conmigo", señala, al tiempo que añade que quizá su vida pueda tener un "impacto" en la vida de su país.

Fuentes: Europa Press

© Protestante Digital 2012

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Expulsão de menina cristã por blasfêmia alarma paquistaneses

PAQUISTÃO

 

     Cristãos anglo-paquistaneses expressaram desalento pela expulsão de uma menina cristã de uma escola, sob alegações de blasfêmia.

     Faryal Bhatti foi acusada de blasfêmia por funcionários da Escola de Ensino Médio para Meninas Sir Syed, na colônia de Fábricas de Material Bélico (POF), em Havelian, perto de Abbottabad.

     A acusação foi feita após ela ter escrito erradamente uma palavra durante um teste sobre um poema de louvor ao Profeta Maomé.

     Ela teria sido surrada pela professora por causa do erro, antes de a escola ter decidido expulsá-la.

     Muçulmanos da região fizeram uma manifestação exigindo que Faryal fosse acusada criminalmente. Durante as orações de sexta-feira, dia 23/09, imãs disseram que toda a sua família deveria ser punida.

     A decisão de expulsá-la foi tomada após uma reunião dos funcionários da escola com a menina e sua mãe, em que Faryal se desculpou e tentou explicar que tinha sido um simples erro de ortografia.

     Wilson Chowdhry, diretor da Associação Cristã Anglo-Paquistanesa, disse que este não foi um incidente isolado e que os cristãos nas escolas do Paquistão são forçados a assistir às aulas islâmicas e suportam pressão para se converter ou participar dos cultos islâmicos.

     Ele disse que a expulsão de Faryal “demonstra que, muito frequentemente, há pouca diferença entre os estabelecimentos de educação ‘convencionais’ e ‘extremistas’ no Paquistão”.

     Ele criticou a decisão do governo britânico em continuar investindo milhões de libras no sistema de educação do Paquistão, que, “rotineira e sistematicamente, discrimina e oprime as crianças de minorias religiosas, aumentando efetivamente as práticas islâmicas extremistas”.

     O Centro de Assistência Jurídica, Auxílio e Assentamento, que provê apoio jurídico aos cristãos perseguidos no Paquistão, também condenou as reivindicações de blasfêmia contra Faryal.

     Seu coordenador no Reino Unido, Nasir Saeed, disse: “O erro de ortografia cometido por Faryal foi uma questão de acrescentar um ponto a uma palavra. Apenas um simples ponto a tornou uma criminosa e mudou sua vida.

     “Contudo, esta é outra demonstração de quão desenfreadamente as leis de blasfêmia do Paquistão estão sendo usadas com abuso para perseguir os cristãos”.

Data: 5/10/2011
Fonte: Portas Abertas

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Polícia retira acusações contra cristão acusado de blasfêmia no Paquistão

 

Um cristão paquistanês, que havia sido acusado de blasfêmia em um incidente que muitos acreditaram ser falso, foi solto.

Arif Masih, pai de quatro filhos, foi acusado de ter cometido blasfêmia, por ter, supostamente, rasgado páginas do Alcorão, devido a uma disputa de terras com um muçulmano de seu vilarejo em Faisalabad.

A Fundação Masih, organização voltada à proteção dos necessitados, se envolveu imediatamente com o caso, e entrou em contato com as pessoas relacionadas à acusação. A fundação também auxiliou a família do cristão, que estava escondida desde que Arif foi preso.

Agora, chegam as boas notícias de que a polícia retirou as acusações contra Arif Masih, e ele foi solto e escoltado até um local que não foi divulgado por questões de segurança.

Haroon Barkat Masih, diretor da Fundação, afirma: “Conseguimos 50 depoimentos, a maior parte de muçulmanos, que garantiam que Arif Masih era inocente. Isso demonstrou que ele vivia na vizinhança de maneira pacífica”.

“Além desses depoimentos, a Fundação Masih também assegurou que a pressão internacional fosse constante, diretamente com as autoridades do governo de Punjab”.

Fonte: Portas Abertas