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Lennon, retrato desde la fe del artista adolescente

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José de Segovia Barrón

 

Lennon, retrato desde la fe del artista adolescente

Una película narra los años de adolescencia de John Lennon, el beatle que tuvo más relación con el cristianismo.

7 de junio de 2011

En Nowhere Boy ( Chico de ninguna parte ), la directora londinense Sam Taylor-Wood lleva a la pantalla la desorientación de este joven atormentado, que lucha por encontrarse a sí mismo. A partir del libro de su hermanastra, el artista encarnado por Aaron Johnson busca su lugar en el mundo, en medio de una familia desestructurada. Kristin Scott Thomas interpreta a la religiosa tía Mimi, que hace que Lennon vaya cuatro días a la semana a la iglesia.
Escribo este artículo en Italia, donde estoy en una conferencia sobre la teología en el sur de Europa, convocada por Paul Wells, decano de la Facultad de Aix-en-Provence en Francia. Wells se crió a pocas calles de la casa donde vivía el músico con su tía Mimi, en el depauperado Liverpool de los años cincuenta. Su colega Peter Jones –ahora profesor de Nuevo Testamento en Westminster, Filadelfía– era compañero de clase de Lennon. Y aunque Paul es más dylaniano que beatlemano, me cuenta algunos de sus recuerdos de aquellos años…
EDUCACIÓN RELIGIOSA
Lennon nunca tuvo miedo de hablar de su educación religiosa. “Señor Lennon” –le preguntó un periodista en una rueda de prensa en Chicago– “¿son todos los Beatles cristianos? Tras una breve pausa, John comenzó a hablar: “Todos crecimos…”. Cuando de repente cambió la frase, para referirse sólo a sí mismo: “No soy un cristiano practicante, como me educaron, pero no tengo ideas que no sean cristianas”.
Es como si Lennon estuviera a punto de decir que “crecieron como cristianos” o “en la iglesia”, cuando se dio cuentaque aunque los cuatro Beatles habían sido bautizados de niños –él y Ringo como anglicanos, Paul y George como católicos–, sólo él podía decir que había “crecido” en la iglesia.  Días después de esas declaraciones, John le dijo a Leroy Aarons del Washington Post que su educación fue la “normal en la Iglesia de Inglaterra, yendo a la escuela dominical y a la iglesia”.
El resto de los Beatles tuvieron periodos de contacto con la religión organizada, pero no tuvieron presión familiar alguna para seguir el camino cristiano. Paul y George  eran hijos de católicos, casados con agnósticos de origen protestante. Se criaron en casas donde la religión no tenía ninguna importancia. Sus padres eran trabajadores del norte de Inglaterra, que veían la Iglesia como un instrumento de poder de los ricos.
La madre de Ringo  perteneció sin embargo un tiempo a la Orden de Orange, una organización protestante que tiene todavía mucha influencia en Irlanda del norte, pero que Paul Wells me comenta que era muy fuerte entonces en Liverpool. La iglesia anglicana, donde iba Ringo a la escuela dominical (St. Silas en la calle High Park de Toxteth Park), era de orientación evangélica (el edificio se demolió, cuando cerró en 1952). Aunque “iba allí, porque era un sitio donde podía jugar con bloques y pintar” dice Ringo –que se unió luego al coro de la iglesia, porque “pagaban bien”–.
Aunque varió su educación religiosa, todos perdieron el interés en la iglesia al llegar a la adolescencia. Ninguno de sus padres era particularmente religioso. Creían que la iglesia era para la gente mayor (que necesita consuelo), mujeres (que buscan ayuda emocional) y niños (que necesitan dirección). John se muestra sin embargo particularmente irritado, cuando habla de religión. Ya que él pasó más tiempo en la iglesia que ningún otro Beatle .
Una de las primeras cosas que Lennon hizo cuando estaba “aclarándose sobre Dios” –como lo describió después–, fue investigar el cristianismo en que había sido educado. Habla de meditar como “adorar en tu propio templo interior” y leyó la Biblia toda su vida. “Crecí como cristiano” –dice poco antes de su muerte, en 1980–, “pero sólo ahora entiendo algunas de las cosas que Cristo decía en las parábolas”.
La figura de Jesús aparece una y otra vez en el pensamiento de Lennon. “Veía la Biblia como un drama simbólico universal, que se representa cada día delante de nuestros ojos” –dice Frederic Seaman, su asistente personal a finales de los años setenta–. “En particular a John le fascinaba la vida de Jesucristo”. Es como si no pudiera librarse de su influencia, a pesar de ser agnóstico. Volvía a él, una y otra vez…
FAMILIA DESESTRUCTURADA
Lennon es sin duda quien más influencia religiosa tuvo. Su abuelo era un católico irlandés que se casó con una chica de Liverpool. Tenía incluso un hermano cura, aunque el padre de John es bautizado en la Iglesia anglicana , a pesar de que ninguno de su familia iba ya a la iglesia.
La familia de la madre era muy protestante. Su abuelo era de la tradición metodista calvinista de Gales. Al casarse sin embargo su hija con alguien que no iba a la iglesia, la moral de la madre ya no está determinada por la fe. Tras ser abandonada por su marido vive con varios hombres. Su hermana Mimi le ofrece entonces cuidar de John. Ya que considera que no es una buena educación para él, vivir con una pareja que no está casada. La madre muere en un accidente, al ser atropellada por un conductor borracho, cuando John es todavía adolescente.
Si la madre de Lennon era moderna y liberal, la tía con la que vive es todo lo contrario. Mimi era anticuada y estricta. Su religión no se basaba sin embargo en la prohibición del alcohol o las diversiones –bebía ginebra y jugaba al bridge –, sino en las aspiraciones sociales de alguien que quería pertenecer a una clase media, donde la cultura y la religión jugaban un papel importante. La iglesia anglicana de St. Peter en Woolton –donde Mimi lleva a John–, representa la decencia y corrección que Lennon va a rechazar finalmente.
LA IGLESIA DE LENNON
La respetabilidad que el cristianismo significa para John fue unida siempre a la experiencia de haber estado yendo cuatro días a la semana a la iglesia, que era el centro de su vida adolescente. Allí conoce a su primera novia, los futuros miembros de Quarrymen , su primer manager y el amigo de Paul McCartney, Ivan Vaughan. Era la congregación donde iba el obispo de Liverpool. No era particularmente evangélica, pero tampoco anglo-católica. Era la típica iglesia anglicana de aquella época.
En un campo delante de la iglesia de Lennon, actuaron los Quarrymen el verano de 1957. Allí estaba la tumba de Eleanor Rigby, que inspiró la famosa canción de los Beatles.  Y en el salón de la iglesia se encontraron John y Paul por primera vez, después de la actuación de los Quarrymen.  El pastor era un galés soltero, Pryce Jones, que estudió teología en Londres y era más valorado por su capacidad para levantar fondos que por su dones de predicación. Era un gran organizador, cuya motivación había convertido la iglesia en el centro de la vida de Woolton. El grupo de jóvenes de la iglesia de Lennon tenía como 170 miembros, cuando John se incorporó a los 15 años.  Para la escuela dominical se reunían en varias salas de la iglesia. Seguían las Notas Diarias  de la Unión Bíblica . “Nos sentábamos y comentábamos el texto del día”, dice David Ashton, que se solía poner al lado de John en el coro. “Hablábamos de lo que significaban las Escrituras”.
El problema es que la mayoría de aquellos chicos asistían porque eso es lo que querían los padres. Las doctrinas cristianas eran algo abstractas para ellos. Lo que les gustaba era estar con sus amigos. “Ninguno de nosotros era profundamente religioso”, dice otro de aquellos jóvenes, Rod Davis. El director musical de la iglesia, Eric Humpriss, era de hecho ateo. Le encantaba la música religiosa, pero cuestionaba doctrinas cristianas fundamentales. “Pienso que John puede haber sido influenciado por algunas de sus ideas”, dice Ashton.
Para tener una idea de lo vacío y aburrido de los sermones de Pryce Jones, basta leer sus meditaciones en el boletín mensual de la iglesia. En octubre de 1950, el pastor escribe sobre “el deterioro del carácter, la conducta y las normas, de las que tantos se quejan”. Se lamenta que “hay una grave falta de sentido acerca de por qué no se debe tomar una determinada acción, si nos da placer, aunque no sea moralmente, particularmente respetable”.
Es a esa fe moralista, que John es confirmado “voluntariamente” a los 15 años, dijo Mimi al primer biógrafo de los Beatles, Hunter Davies. Para eso siguió unas clases con el pastor, que seguía el catecismo bastante libremente. Su frase favorita, recuerda David Ashton, era que “el mundo era como un libro ilustrado que nos enseña el amor de Dios”. Le preocupaba más enseñar a los chicos cómo juntar las manos al recibir el pan en la comunión, que entender la doctrina cristiana.
Al llegar así a formar parte de la iglesia, iba a unas clases bíblicas que se daban en una capilla lateral del edificio. Las daba un hombre llamado Jack, “que realmente creía en Dios”, dice Ashton. Aunque en un ensayo que hace a principios de los años cincuenta sobre Feuerbach, John dice ya que la religión es una proyección de la naturaleza humana. Sin embargo, él había tenido algunas experiencias místicas de niño. Esas alucinaciones le llevaron a pensar que tenía un don especial. Ese es el trasfondo de Strawberry Fields Forever , aunque escoge el hogar infantil del Ejército de Salvación  en Woolton, como si fuera el lugar donde tuvo esa experiencia.
EL ROCK COMO RELIGIÓN
Las dudas de Lennon sobre la religión que conoció, se unen así a su particular misticismo en una combinación típica de El evangelio según los Beatles, que explica Steve Turner en su interesante libro. “La gente tiene la imagen de que yo soy anticristiano o antirreligioso, pero no es así en absoluto” –dice John en 1980–. “Soy una persona muy religiosa, desde luego que no soy ateo”.
Igual que muchos de su generación, John y sus amigos no tuvieron una crisis de fe, que les hizo abandonar la Iglesia. Simplemente se alejaron de ella, llenando su vida de otras actividades. En ese sentido, la aparición de la televisión en los años cincuenta vació más iglesias en Inglaterra que las obras completas de Darwin, Nietzsche, Freud y Bertrand Russell.
Para Ashton, fue al comenzar a trabajar, cuando rompe con la iglesia. Para Davis, el día que su padre le compró un coche. Para otros amigos de Lennon, fueron las chicas, las que se volvieron más interesantes que las historias de la Biblia. Y para John, fue sin duda el rock´n´roll  lo que llegó a su corazón. “Cuando lo oí y me metí en ello, descubrí que eso era la vida” –dice Lennon–. “No hay otra cosa”, recuerda en 1975.
El rock les lleva de Liverpool a Hamburgo. Allí “fuimos bautizados”, dice McCartney en 1997. Su música produce una verdadera conversión. Ocurrió en 1956, cuando John escucha a Elvis en Radio Luxemburgo , cantando Heartbreak Hotel . No había visto nunca su foto, ni sabía de dónde venía esa música. Su tío George acaba de morir de una hemorragia, tras caerse de una escalera. Tenía sólo 52 años. John estaba de vacaciones en Escocia. Y al volver a casa, su tía le dio la noticia. La soledad de la que cantaba Elvis, por ese amor perdido, conmovió a Lennon.
“Nada ocurría en la iglesia”, dice John. Elvis, “es lo que estaba pasando”. En la iglesia, “nada realmente nos tocaba”. El rock´n´roll  era “lo único que me llegaba”, recuerda. Si en la iglesia se hablaba de cosas abstractas, “el rock´n´roll  era real”. Si en la iglesia se insistía en la necesidad de controlar nuestra mente para dominar el cuerpo, “el rock´n´roll  unía mente y cuerpo por la música”.
Elvis transformó la vida de John de una forma que la religión no pudo hacerlo. “Era mayor que la religión en mi vida”, dice. “Yo adoraba a Elvis, como la gente adoró a los Beatles”. Y cuando su cabeza se llenó de música, dejó de ir a las clases bíblicas de Gibbons. Se acabó su relación con la iglesia de St. Peter. Otro afecto llenó el vacío de una religión moralista, que nada tenía que ofrecer para un espíritu inquieto como el de John. Un nuevo ídolo ocupó su corazón.
DIOS Y LOS ÍDOLOS
Es imposible entender la cultura sin discernir sus ídolos. La idolatría no es simplemente una forma de culto ritual, sino una sensibilidad y modo de vida basado en valores finitos, haciendo de las cosas creadas absolutos divinos. Todos creemos, confiamos y admiramos a algo o a alguien. La Biblia nos llama por lo tanto a volver de los ídolos a Dios porque hemos “cambiado la verdad de Dios por una mentira, y adorado y servido a cosas creadas, en vez de al Creador”  ( Romanos 1:25 ).
¿Qué es lo que realmente esperas de la vida?, ¿en quién o en qué buscas estabilidad, seguridad y aceptación?, ¿dónde está realmente tu felicidad? Tu respuesta te revelará el ídolo oculto de tu corazón. La idolatría es fuente de todos los males que hay en nuestra vida, pero ¿cómo podemos ser libres de ella? El moralismo y la presión social o familiar es incapaz de librarnos de ella, como demuestra la vida de Lennon.
“La única forma de desposeer al corazón de un viejo afecto es por el poder expulsador de uno nuevo”, dice el predicador escocés del siglo XIX, Thomas Chalmers, co-fundador de la Alianza Evangélica. Es apreciando, gozando y descansando en lo que Jesús ha hecho por nosotros, que encontramos verdadera liberación. El creyente es llamado por eso a “poner la mente y el corazón en las cosas de arriba”, allí donde está “tu vida escondida con Cristo en Dios” ( Colosenses 3:1-3 ).
Jesús tiene que ser más atractivo en tu corazón y maravilloso para tu imaginación, que el ídolo al que sirves. “Prueba el amor de Aquel que es mayor que el mundo”–dice Chalmers–, “intentando por todo medio legítimo que tenga acceso a tu corazón”. Cuando Cristo se convierte en algo más importante que la vida misma, has descubierto el bien supremo del Evangelio, que es contemplar y deleitarse en la belleza y valor de Dios, que llamamos su gloria.
¡Imagina!, ¡imagina que hay un Cielo!, cuya satisfacción puede colmar todas las frustraciones de la vida. Pues allí donde está Dios, allí está el Cielo…

Autores: José de Segovia Barrón

© Protestante Digital 2011

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Justiça proíbe ‘procissão ateia’ em Madri

 

Seis organizações laicas protestariam contra a ‘hipocrisia social e moral’ da Semana Santa.

20 de abril de 2011 | 13h 36

O Tribunal de Justiça de Madri proibiu nesta quarta-feira a realização, prevista para a quinta-feira desta Semana Santa, de uma manifestação antirreligiosa organizada por seis instituições laicas espanholas.

Chamada oficialmente de "procissão ateia", a manifestação levaria às ruas faixas com dizeres como "Congregação da Cruel Inquisição", "Irmandade da Santa Pedofilia" e "Confraria do Papa do Santo Latrocínio" com o objetivo de "derrubar a hipocrisia social e moral que representa a Semana Santa Católica".

Os organizadores disseram que irão acatar a decisão judicial, mas acrescentaram que convocariam uma manifestação similar em outra data simbólica para o Catolicismo.

Eles também prometem realizar um grande evento no próximo mês de agosto durante a visita do Papa Bento 16 a Madri.

Por outro lado, a associação anti-aborto Faz-te ouvir anunciou que analisa o material de divulgação da procissão ateia para saber se é possível abrir um processo, alegando incitação ao ódio.

Chamas

Os organizadores da "procissão ateia" anunciaram com cartazes pelo centro da capital espanhola a hora e percurso do evento, convocado para passar diante de igrejas e ao lado de procissões católicas.

Os cartazes traziam imagens do papa e ilustrações sacras alteradas. Também foram distribuídos folhetos com a frase "a única igreja que se ilumina é a que arde (em chamas)".

O presidente da Associação Madrilenha de Ateus e Livres Pensadores, Luis Veja, disse à BBC Brasil que a proposta da manifestação era "mexer com a ideologia e a consciência católica".

"Queremos uma procissão sim, porque a palavra procissão não é exclusiva do Catolicismo. E vamos continuar combatendo a hipocrisia e o fundamentalismo", afirmou.

As críticas dos laicos se concentram especialmente na intervenção do Vaticano em assuntos políticos como a liberdade religiosa, leis de aborto e casamento gay, além dos escândalos de pedofilia dentro da igreja.

Entre os críticos ao protesto estava o prefeito de Madri, Alberto Ruiz Gallardón, que disse ser contra "provocações contra a fé".

No entanto, ele disse que a prefeitura que "não se considera competente para autorizar ou recusar a celebração desta procissão" e recomendou uma decisão judicial sobre o caso. BBC Brasil – Todos os direitos reservados. É proibido todo tipo de reprodução sem autorização por escrito da BBC.

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Afinal, qual é a verdadeira religião?

 

Imagem do avatarPor Mateus Goethel Cesimbra (perfil no G+ Social) em 16 de abril de 2011
Tags: A Superioridade da Mensagem da Cruz, adoração, cristianismo, estudo, evangelho, mensagem, Religião,verdadeira

A final, qual é a verdadeira religião?

A Bíblia poucas vezes utiliza o termo religião, porém em uma das passagens onde é citada, a mesma é descrita com total profundidade no Evangelho:

“A religião pura e imaculada para com Deus, o Pai, é esta: Visitar os órfãos e as viúvas nas suas tribulações, e guardar-se da corrupção do mundo”. Tiago 1:27.

Mas quando ouvimos esta palavra (religião) hoje em dia, logo pensamos em doutrinas, templos, sacerdotes, ofertas e etc. Mas a final é essa a religião que a Palavra nos ordena? Obviamente que a Bíblia nos orienta a congregar, vivendo em união com os irmãos:

“Oh! quão bom e quão suave é que os irmãos vivam em união”. Salmos 133:1.

Acontece que este ajuntamento de gente que forma a Igreja, ou então, uma determinada religião, só possuí efeito verdadeiro se vir de encontro ao que o Evangelho nos ordena. Em Tiago 1:27 nós vimos os efeitos da verdadeira religião. O que temos visto por ai são pessoas sendo alimentadas com hipocrisia da pior espécie. Vejo gente que foi ensinada a buscar primeiro as coisas deste mundo, e depois as de Deus. Mas nós bem sabemos o que a Palavra orienta:

“Mas, buscai primeiro o reino de Deus, e a sua justiça, e todas estas coisas vos serão acrescentadas”. Mateus 6:33.

Até aqui já tivemos de certa forma uma noção do que realmente significa religião: Pessoas que se unem, sendo que estas objetivam buscar antes de tudo o Reino de Deus, e como efeito ou resultado disso, vemos a fé e as obras de amor ao seu próximo. A verdadeira religião é corpo, e Cristo o cabeça:

“Porque, assim como o corpo é um, e tem muitos membros, e todos os membros, sendo muitos, são um só corpo, assim é Cristo também”. 1 Coríntios 12:12.

Também podemos dizer que a verdadeira religião, a que vem do Reino de Deus e vai para o Reino de Deus, não é ligada ás coisas deste mundo. Não se prende ao materialismo e aos estereótipos buscados por tantos. Para os seguidores desta verdadeira religião, proclamadores do Reino de Deus, se pode dizer que a vida é muito mais do que conquistas financeiras, profissionais e pessoais.

As conquistas para os que vivem as ordenaças de Cristo são bem diferentes das que vemos sendo decretadas pelas religiões pagãs de hoje. Hoje o que se vê sendo ensinado por aí, é que quanto mais você adquirir material e financeiramente, e exteriorizar este fato, ai sim está proclamando o reino. Porém Cristo diz o seguinte sobre a vinda do Reino de Deus:

“E, interrogado pelos fariseus sobre quando havia de vir o reino de Deus, respondeu-lhes, e disse: O reino de Deus não vem com aparência exterior”. Lucas 17:20.

Em Filipenses 3:8, vemos de uma forma bem clara como devemos agir e viver para sermos proclamadores da Religião que Deus quer, a que vem de encontro ao seu Reino:

“E, na verdade, tenho também por perda todas as coisas, pela excelência do conhecimento de Cristo Jesus, meu Senhor; pelo qual sofri a perda de todas estas coisas, e as considero como escória, para que possa ganhar a Cristo”. Filipenses 3:8.

Para realmente sermos proclamadores do Reino de Deus, como Paulo foi, não é buscando todo luxo e riqueza que o seremos, e sim tendo todas estas coisas como perda. Para nós o único tesouro é Cristo, e nada mais.

A verdadeira religião não é placa de Igreja quem constrói nem Pastor ou Padre. A religião que Deus espera de nós é esta:

E dizendo: O tempo está cumprido, e o reino de Deus está próximo. Arrependei-vos, e crede no evangelho. Marcos 1:15.

Crendo no Evangelho, somente assim podemos dizer que somos a verdadeira religião, a que Deus espera de nós. Tudo que foge ao Evangelho é engano, e portanto é nossa obrigação estarmos firmes em Cristo, tendo coração de um menino, e sempre com os ouvidos atentos a suas verdades.

“Em verdade vos digo que qualquer que não receber o reino de Deus como menino, de maneira nenhuma entrará nele”. Marcos 10:15

Fiquemos firmes em Cristo, amando a cada dia mais o nosso Deus, e o nosso próximo como a nós mesmos.

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