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Masonería, anarquistas y protestantismo español

Manuel de León

 
España: la segunda Reforma protestante (5)

Masonería, anarquistas y protestantismo español

Demetrio Castro analiza las conexiones entre anarquismo y protestantismo en la España contemporánea.

23 DE NOVIEMBRE DE 2011

Sobre el tema de masonería está claro que hubo bastantes pastores pertenecientes a ella y algunos de ellos siendo fundadores de logias masónicas. Sin embargo respecto al comunismo a anarquismo parecen menos abundantes los casos.
Según Brenan estos movimientos impregnaron mejor el suelo católico: “No es pues, sorprendente –dice Brenan- comprobar que la Iglesia española haya ido más lejos que cualquiera de las iglesias protestantes de su tiempo ofreciendo una plataforma que permitía la libre discusión de teorías sociales de un cierto carácter comunista”. Brenan pág.35.
En un artículo de Demetrio Castro “ Anarquismo y protestantismo [i]  analiza las conexiones entre anarquismo y protestantismo en la España contemporánea tomando como punto de partida los paralelismos establecidos por Gerald Brenan entre el furor anticlerical del campesinado anarquista andaluz y los agitadores protestantes de los siglos XVI y XVII.
Reconoce que la simpatía o el interés por el protestantismo fue una etapa en la evolución personal que llevó al anarquismo a algunos de los primeros partidarios de la A.I.T. en España.
Relata este autor el caso de Nicolás Alonso Marselau y su pasmosa evolución. “Brillante seminarista en Granada y protegido del arzobispo, entró en contacto con Matamoros y huyó a Inglaterra vía Gibraltar (quizá trabajara entonces como barbero, según pretendía Menéndez Pelayo), pero fue incluido en la causa y condenado en rebeldía a cuatro años. En Londres estaba a finales de 1860 y desde allí se carteó con Matamoros y su compañero Alhama. Octubre de 1863 abjuró en Liverpool y poco después solemnemente en Granada, pero breve fue su vuelta al seno de la iglesia romana, pues a finales de 1868 estaba en Sevilla donde editaba un periódico protestante, El Eco del Evangelio  y participaba activamente en los trabajos del partido republicano formando parte de su sector federal maximalista. Fundó después La Razón , periódico en el que lo antirreligioso ocupaba más espacio que la propaganda social, pero que convirtió en portavoz de la Internacional. De su ascendiente dentro de la rama andaluza de la organización da cuenta su condición de delegado a la conferencia de Valencia en septiembre de 1871 y un año más tarde a los congresos de La Haya y Saint Imier; fue también miembro de la Alianza de la Democracia Socialista. Sus obsesiones anticlericales dejaron huella no sólo en las páginas de La Razón, sino también en algunos de sus folletos, como El Evangelio del Obrero . Hacia 1874, tras desdecirse de su internacionalismo fue un tiempo novicio trapense; abjuró ante la corte de D. Carlos en Tolosa y en 1882 Menéndez Pelayo le hacía en un convento bórdeles.
Marselau fue uno de los más sobresalientes dirigentes internacionalistas sevillanos —"a él se debió principalmente el éxito que alcanzó la Internacional en aquella comarca" reconocía Anselmo Lorenzo [ii] , no obstante tenerle por "desperdicio humano"—, pero lo que aquí interesa evocar es la concurrencia en él, entre 1860 y 1870-71, de protestantismo, republicanismo federal e internacionalismo aliancista. Y aunque extremo, el caso no es único. El mismo Lorenzo mantuvo algunos devaneos evangélicos inmediatamente antes de incorporarse al internacionalismo. El capítulo 8 de su obra “El proletariado militante”  lo dedica a las “misiones protestantes” y sus recuerdos de los cultos protestantes que dirigían Armstrong y Campbell [iii] , asistiendo con los hermanos Castro, Pedro y el mayor Eduardo. Estos permanecerían en el Evangelio.
Para Brenan, uno de los aspectos más llamativos del anarquismo español, y de los más significativos para entender su esencia, sería su " carácter altamente idealista y moralreligioso"; los anarquistas tratarían de establecer, de una vez y por la fuerza, una utopía cuyo ascetismo la asemejaría a la judeo-cristiana, y desde ese punto de vista moral-religioso se podría interpretar el anarquismo como la herejía protestante española que la Inquisición habría hecho imposible en su día. Esa vena idealista de vez en cuando ha aparecido entre protestantes españoles pero no han encajado en el círculo de las iglesias establecidas que nunca se atrevieron a dar un salto social y moral, permaneciendo en el irenismo espiritualizante.
Esta propaganda contra el anarquismo protestante  llegaría con la misma fuerza hasta los años sesenta del siglo XX . Cita Juan Antonio Monroy [iv]  una Hoja parroquial de 3 de marzo de 1957 distribuida en Barcelona: “Las doctrinas protestantes son fácil vehículo del comunismo y eficaz germen de la división de los pueblos”. Y en otro libro se decía: “Por lo demás es sabido que en España han contado y cuentan aún como simpatizantes con todo el elemento rojo judío masónico”.


[i] Anarquismo y Protestantismo. Reflexiones sobre un viejo argumento. Demetrio Castro Alfín Departamento de Sociología y Trabajo Social, Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Universidad Pública de Navarra.BIBLID [(1998) 16; 197-220Stud. hist., H.a cont., 16, pp. 197-220

[ii] El Proletariado Militante (Memorias de un internacionalista ) de Anselmo de Lorenzo

[iii] Así los describe Anselmo Lorenzo: Llamábanse Amstrong el uno y Campbell el otro; el primero era alto, como de cuarenta años, moreno, con ojos azules de expresión amable que a veces producían una mirada penetrante y escrutadora, ostentaba una hermosa barba negra, y el conjunto de su persona, según decían mis compañeros, tenía los rasgos que se necesitan para caracterizar un cristo; el otro era también alto, rubio, de ojos pequeños y vivos y maneras un tanto afeminadas; su barba rala y su vocecita de mujer le hacían poco simpático y hasta causaba un efecto algo ridículo.

[iv] Defensa de los protestantes españoles . Juan Antonio Monroy. Tanger 1958

Autores: Manuel de León

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Los paises europeos mas atrasados es por su “concepcion católica del trabajo”

Serie de César Vidal

Los países europeos más atrasados es por su “concepción católica del trabajo”

¿Es el atraso económico español culpa de su rechazo al protestantismo y su cultura del trabajo? Así lo cree César Vidal, que mantiene un animado debate con Pío Moa.

El escritor protestante César Vidal ha planteado recientemente en su columna en LibertadDigital  un debate interesante sobre el arraigo de determinados sistemas económicos en unas naciones y el fracaso en otras.
La serie, que se encabeza con el título “Las razones de una diferencia”, comienza centrándose en el trabajo y la concepción que de éste se tiene en diferentes países occidentales, centrándose en las diferencias catolicismo-protestantismo.
Vidal, de fe protestante, defiende que el hecho de que  la Reforma protestante del siglo XVI no triunfara en España, Italia, Grecia, Irlanda o Portugal “tuvo enormes consecuencias que trascendieron del fenómeno religioso y modelaron la sociedad, la economía y la política” ya que “la Reforma presentó una visión radicalmente distinta del trabajo”.
UNA REVISIÓN BÍBLICA
“De entrada, el regreso a la Biblia permitió descubrir –¡más de un milenio para darse cuenta!– que Adán ya había recibido de Dios la misión de trabajar antes de la Caída y que esa labor consistía en algo tan teóricamente servil como labrar la tierra y guardarla (Génesis 2: 15). Aquel sencillo descubrimiento cambiaría la Historia de Occidente –y con ella la de la Humanidad– de manera radical”, considera Vidal.
Por ejemplo, recuerda, Lutero  escribió que “cuando una ama de casa cocina y limpia y realiza otras tareas domésticas, porque ése es el mandato de Dios, incluso tan pequeño trabajo debe ser alabado como un servicio a Dios que sobrepasa en mucho la santidad y el ascetismo de todos los monjes y monjas”, añade el historiador.
EL TRABAJO, SAGRADO
Continúa Vidal argumentando que “en su comentario a Génesis 13:13, el reformador alemán señalaría en relación con las tareas de la casa que ‘no tienen apariencia de santidad, y, sin embargo, esas obras relacionadas con las tareas domésticas son más deseables que todas las obras de todos los monjes y monjas… De manera similar,  los trabajos seculares son una adoración de Dios y una obediencia que complace a Dios’.  Igualmente en su Exposición del Salmo 128:2 añadiría: ‘Vuestro trabajo es un asunto muy sagrado. Dios se deleita en él y a través de él desea conceder Su bendición sobre vosotros’”.
Otro de los reformadores, Calvino , “al que se suele asociar un tanto exageradamente con la denominada ética protestante del trabajo”, explica Vidal, “fue también muy claro al respecto. En su Comentario a Lucas 10:38 afirmó: ‘Es un error el afirmar que aquellos que huyen de los asuntos del mundo y se dedican a la contemplación están llevando una vida angélica… Sabemos que los hombres fueron creados para ocuparse con el trabajo y que ningún sacrificio agrada más a Dios que el que cada uno se ocupe de su vocación y estudios para vivir bien a favor del bien común’”.
LA VISIÓN DEL COMERCIO
“Otro puritano, Richard Steele , en un texto llamado de manera bien significativa The Trademan’s Calling (La vocación del comerciante), afirmó que en el comercio ‘se puede esperar de la manera más confiada la presencia y la bendición de Dios’”, continúa Vidal.
El escritor e historiador añade que “la línea estaba claramente definida y era uniforme en cualquiera de las iglesias nacidas de la Reforma. Como señalaría un panfleto publicado a finales del siglo XVII en Inglaterra con el revelador título de Paul the Tentmaker (Pablo, el fabricante de tiendas), el protestantismo había impulsado un ‘deleite en los empleos seculares ‘”.
CONTRAPOSICIÓN CATÓLICA
Vidal explica a continuación la diferente visión que se encuentra en los países en los que no triunfa la Reforma . “En España, por ejemplo, en 1492 se había expulsado a unos judíos que tenían una visión del trabajo idéntica a la de los protestantes e, iniciado el siglo XVI, éstos tendrían que optar entre la hoguera o el exilio. Porque, desde luego,  la visión del trabajo de los motejados como herejes era clara desde el principio y nada se parecía a la católica”.
“Así, mientras se ventilaba la supervivencia de España como primera potencia de Europa, la nación siguió uncida a la idea de lo intolerable e infames que podían ser ciertos trabajos. Sus adversarios protestantes –que debieron dar gracias al Altísimo por ello– tenían un punto de vista muy diferente y, a pesar de tratarse, en general, de naciones más pobres y pequeñas, el resultado no pudo serles más favorable”.
Pero  no se trata de una “vagancia” de los españoles, un concepto que según Vidal “se suele repetir injustamente –y, al respecto, basta con ver el resultado que dan fuera de España– pero no creían que el trabajo tuviera el mismo valor que le dan aquellos que nacieron y crecieron en naciones donde triunfó la Reforma protestante”.
PÍO MOA REBATE A VIDAL
Otro de los colaboradores en LibertadDigital, el historiador gallego Pío Moa, ha salido al paso de la tesis de César Vidal sobre el atraso de España y la mentalidad “católica” del trabajo desde su blog.
Con el título “Debate con César Vidal: catolicismo, trabajo y decadencia / Lutero y los judíos”, Pío Moa presenta argumentos en contra de la tesis de Vidal.
Pío Moa señala que “la tesis de Vidal es que la diferencia de España afecta igualmente a las naciones católicas con respecto a las protestantes, las cuales él ve como más o menos modélicas. En dos palabras, el catolicismo suponía el desdén hacia el trabajo, y el protestantismo (o el judaísmo) lo contrario. Para mantener su teoría, César Vidal debería empezar explicando cómo España se mantuvo durante un siglo y cuarto como primera potencia europea”.
Moa pregunta “¿Pudo hacerlo un país donde no se trabajaba y que había expulsado a las únicas minorías laboriosas, judíos y moriscos según la disparatada teoría de Américo Castro, y cortado la infiltración protestante? Tenemos estampas, y buenos restos, de las muy bellas, a menudo espléndidas ciudades españolas de la época: ¿se construyeron solas, sin trabajo?”.
El historiador va enumerando distintos aspectos asociados a la “prosperidad” del siglo XVI en España, como “las flotas que descubrieron el mundo y por primera vez en la historia establecieron lazos comerciales entre todos los continentes”, “las universidades, tan pobladas para la época”, o “los hidalgos que conquistaron América, que construían barcos en plena selva, proyectaban y alzaban fuertes y ciudades y vías de comunicación, llevaban imprentas y fundaban centros de enseñanza”. Todos ellos son ejemplo, según Pío Moa, del afán de trabajo en la España del XVI.
“El más elemental sentido común indica que España alcanzó su supremacía mediante un inmenso trabajo físico, técnico e intelectual, como no pudo ser de otro modo, y en contra de tópicos tan arraigados como falsos”, añade Moa.
DECADENCIA GENERALIZADA
Para Pío Moa, la decadencia posterior “también llegó a Holanda, Francia, Alemania o Inglaterra, pero aún en el siglo XVIII España prosiguió su expansión ultramarina , racionalizó gran parte de su aparato estatal, construyó flotas muy respetables”. “Contra un tópico habitual -explica Moa- en España siempre se ha trabajado mucho, con más o menos acierto o rendimiento, esa es otra cuestión. Todavía suele considerarse que a principios del siglo XIX la renta per capita española equivalía a la francesa, pues fue a lo largo del XIX cuando España quedó casi estancada económicamente mientras Inglaterra, Francia, Alemania o Italia (del norte) prosperaban con rapidez”.
Al llegar a la Revolución Industrial, se produce el mayor retraso en España con respecto a los países protestantes. Pero, para Pío Moa, esto no se debe a que fuese por su concepción católica. “No parece fundada tal idea, porque dicha revolución no surgió en los países protestantes, sino en uno, Inglaterra, que era casualmente el menos protestante, el más semejante en religión al catolicismo. Y aquella revolución fue imitada en primer lugar por la católica Bélgica, mientras que la calvinista Holanda quedó retrasada mucho tiempo”, apunta Moa.
Argumenta además que países protestantes, como los escandinavos, “no empezaron a levantar cabeza hasta bien avanzado el siglo XIX”. O que “en Alemania se desarrolló una gran industria en Renania, mayoritariamente católica, mientras que la protestante Prusia se mantuvo largo tiempo agraria y con formas feudales”.
Pío Moa considera que el análisis de Vidal se basa en percepciones basadas en el estado actual económico y no en una visión histórica. “Las alternativas económicas de países católicos y protestantes en la época reciente son muy variables y con grandes altibajos. España creció económicamente, durante quince años, con mayor rapidez que cualquier país protestante (¿sería entonces más aficionada al trabajo?”, dice Moa, que termina acusando de “la matriz de la crisis actual” a un país “mayoritariamente protestante, es decir, Estados Unidos”.
El escritor finaliza su crítica apuntando que “si César Vidal prestara atención a estos hechos se percataría de que el catolicismo tuvo muy poco que ver con el asunto y que, por lo que respecta a España, conviene buscar las causas de su decadencia por distintas vías”.
LA SERIE CONTINÚA
César Vidal continúa con la serie sobre el atraso en España.  Ya se pueden leer dos nuevos artículos: De bancos y banqueros , sobre la historia de estas instituciones financieras, y Educación . El debate sigue, por tanto, intenso y abierto en la web y los comentarios del blog.

Fuentes: Libertad Digital
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Encuentran en Roma las inscripciones gnósticas más antiguas

Arqueología

 

Encuentran en Roma las inscripciones gnósticas más antiguas

Se trataría del objeto físico con referencias al cristianismo más antiguo que hay en la actualidad.

08 DE OCTUBRE DE 2011, ROMA (ITALIA)

Una piedra, parte de la colección de los Museos Capitolinos de Roma, podría tratarse del objeto tallado con referencias cristianas más antiguo conocido.Los investigadores han identificado en la inscripción referencias a una antigua secta que seguía las enseñanzas de un teólogo gnóstico del siglo II, Valentín.
“Si en realidad es una inscripción del siglo II, como creo que probablemente lo sea, se trata del objeto material con referencias cristianas más antiguo que poseemos”, explicó a LiveScience el investigador Gregory Snyder, del estudio Davidson College en Carolina del Norte.
La inscripción, conocida con el nombre técnico de NCE 156, está en griego y alude a creencias cristianas. Según Snyder podría ser un epigrama fúnebre por la incorporación de elementos cristianos y paganos. Los otros escritos cristianos de la época conocidos son algunos fragmentos de papiros escritos en tinta que citan parte de los evangelios.
La piedra tallada fue encontrada en las afueras de Roma. Los investigadores sugieren que una comunidad de seguidores de Valentín pudo haber vivido allí durante el Siglo II.
VALENTÍN, EL GNÓSTICO
“Sabemos que Valentín era un famoso maestro gnóstico del siglo II que vivió en Roma durante unos 20 años. Era poeta, pensador, orador, escritor”, explicaron fuentes de la investigación.
Según Tertuliano, el primer autor de la literatura latina cristiana, Valentín era candidato a obispo, pero después de que no fuese elegido, comenzó su propio grupo. Se cree que algunas de sus enseñanzas se encuentran en el Evangelio de Felipe, uno de los evangelios apócrifos que contiene enseñanzas gnósticas.
Valentín fue luego declarado hereje.  Entre otras enseñanzas, defendía que había tres tipos de personas: las de carácter espiritual tenían la “gnosis” o conocimiento para alcanzar la salvación mientras que los de naturaleza psíquica – cristianos corrientes – podrían alcanzar sólo una forma menor de la salvación. Por último, los de carácter material – paganos y judíos – serían condenados.

Fuentes: Christian Post

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